[···] Como dice Vázquez Montalbán, la España inacabada. No sé si Asturias también está inacabada.
Todo está inacabado, ni nosotros mismos estamos acabados aunque, algunos estemos más cerca de ello. Estaba más inacabada entonces, en aquella época a la que se refiere usted, porque, además, hizo una alusión a lo que supuso para mí conocer un supermercado. Estoy hablando de los años 50, no tendría yo más de 7 u 8 años y fui con mi madre a Francia, donde tenía a su familia exiliada. Allí vi lo que era un supermercado. Era tan diferente a las tiendas a las que habitualmente me enviaba mi madre en Requejo a comprar una cosa u otra, menudeo siempre, que quedé impactado. Tantos quesos…. En realidad, me impactó mucho conocer de niño Francia porque entonces sí que pude establecer, la imaginación infantil es en ese sentido muy despierta, las diferencias que había con un país tan pobre, tan cerrado, miserable como era el nuestro en aquella época. Y otro que, habiendo salido de una guerra no hacía tanto, era la modernidad. Lo lamentabas, sin poder hacerlo con los argumentos que ahora tienes de adulto: pero, ¿qué pasa en mi país? Veías los trenes tan limpios, las monjas en moto o en un dos caballos… Aquí ahora parece una cosa normal pero eso fue muy, muy impactante para mi.
[···] La paciencia no sé si es una virtud o un defecto. Algunos lo llaman inactividad. ¿Cómo lo consideras? Forma parte de tu carácter, ¿no?
Yo creo que la paciencia es una virtud. No tiene nada que ver con la molicie, cuidado, hay que diferenciar, son cosas bien distintas. Si quieres analizar y ver las cosas bien tienes que tener paciencia, y si tienes que aguantar las cosas que a veces se tienen que aguantar en lo privado y ya no digo en lo público, pues tienes que cargarte de paciencia. No tiene absolutamente nada que ver con la necesidad de actuar con rapidez en aquello que requiere rapidez y celeridad.
Tu conseguiste, por esa paciencia, cortejar durante tiempo y casarte con la que, me han dicho, era la chavala más guapa de Mieres.
A mí me lo parecía, evidentemente. Yo soy una parte muy subjetiva del asunto. Cortejamos mucho tiempo porque nos hicimos novios en el instituto y me casé con 27 años. Así que fuimos novios mucho tiempo.
¿Cuándo nos va a devolver el ministro Soria lo que nos debe de los Fondos Mineros o cuando dejará de pedirnos lo que dice que no nos debe?
Eso sí que no habría que tomárselo con mucha paciencia. Yo no lo llevo en absoluto con paciencia porque me parece literalmente una estafa. Es decir, es una agresión en toda regla porque es algo que nos debe, son actuaciones concluidas, que están ahí para verlas. Además, hay una sentencia que dice, oiga, pague usted. Sin embargo, están con unas dilaciones y unas maniobras lamentables. Seguramente, de todas las cuestiones del Gobierno de España que debería criticar, es la peor, la que me parece más lamentable y, sobre todo, más injustificable.
[···] Sobre el AVE, yo creo que debe haber AVE en Asturias y que eso no signifique que se aparquen el resto de infraestructuras, ¿no?
En absoluto. Además, es una obra que está ya tan avanzada que me parece un absurdo empezar a debatir sobre esa cuestión. El AVE está aquí, faltan dos tramos… Faltan dos tramos, quiero decir que están en fase muy atrasada. Falta también poner en marcha los túneles, uno tendría que ser de inmediato y es el compromiso del Gobierno que veremos si lo cumple, espero que sí. Luego está León-La Robla, que hay que ejecutarlo con rapidez. Y lo que quedaría sería de Pola de Lena a Gijón. Vamos a ver cómo se hace, pero hay que hacerlo. Y eso no es incompatible en absoluto con la mejora de las cercanías porque es una necesidad, algo que hay que hacer porque son importantísimas en Asturias, donde hay una aglomeración urbana de 800.000 personas que es, además, una de nuestras mayores capacidades, de nuestras mayores potencialidades. Hay que hacerlo y me parece absurdo discutirlo. Podemos discutir sobre plazos, pero no sobre la necesidad o no de esa ejecución
¿Te ha costado apuntarte una vez más a ser candidato o no, o era algo que dabas por hecho?
Darlo por hecho, no. Es algo que nunca puedes dar por hecho. Yo siempre tuve una idea de provisionalidad de la política que luego no se correspondió con el ejercicio práctico de ella. A mi me apetece y me apetecía. No se puede estar en esto si no quieres ganar. Es decir, lo primero que tiene que ver la gente es que quieres ganar, y yo quiero, eso está clarísimo. Y luego, tienes que decirles para qué quieres ganar, para qué estás en política y, sobre todo, por quién estás. Tienes que demostrar que estás por la gente. Yo desde el principio, cuando me planteo que voy a seguir en esto, tienes dudas en determinados momentos, naturalmente que tienes dudas porque, oye, ha pasado mucho tiempo, pero las sinergias te llegan y yo tengo esa voluntad y esas ganas. Sin ellas es imposible.
¿Qué te gusta más: un poema o planificar el arranque de un pozo?
Yo estaba en la Inspección de Minas entonces como inspector, cuando iba a la mina iba a ver algo y, normalmente, lo que hay que ver en la mina está dentro. En aquella época había muchas minas, algunas en el monte, en unas condiciones que necesitaban una permanente vigilancia. A mí me gustaba la mina. Ahora, no veo que hay de incompatible, no hay nada incompatible. Me gusta la poesía, sí, me gustó siempre. Me gusta desde Jorge Manrique hasta Luis Cernuda.
[···] ¿Lo hubieses dejado todo por ser escritor?
Yo creo que sí. Hay mucha gente que lo habría dejado todo por escribir pero sabía que no tenía talento para ello. Escribir es muy difícil y escribir bien, mucho más. Y hacer una novela, me parece una de las cosas más complicadas.
Te has convertido en político, es verdad que con responsabilidad pública de una manera tardía. En tu familia siempre hubo interés por la política [···] ¿Disfrutas tanto de la política como en apariencia puede pensarse?
Disfrutas y sufres, como todo en la vida. Lo que pasa que en política todo es más intenso. Disfrutas seguramente más cuando consigues algo y padeces también más, al margen siempre de la enfermedad. Es verdad que llegué tarde a ella. Mi familia estaba muy marcada por la política, por el Partido Socialista. Lo mismo la de mi padre que la de mi madre estaban en el exilio, una familia de vencidos. En mi casa, veía lo que había por conversaciones siempre un poco clandestinas, cosas que no se podían decir fuera. Pero yo agradezco mucho a mi familia que nunca me inocularan ni fobias, ni odios ni este tipo de cosas. Es verdad que mi afiliación al Partido Socialista fue tardía, fue a principios de los 80. Fue mi padre quien me afilió. El Partido Socialista era una tradición en mi casa. Estuve como 8 o 10 años siendo un militante pasivo. Cuando vine trasladado a Asturias, cuando trabajaba aquí, ya en la dirección de Minas, me nombraron director de Minas, que era un cargo entre técnico y político. Tenía 43 años. A los 48, me fui al Congreso de los Diputados. Me fui siempre con una idea de provisionalidad, lo digo de verdad, aunque me gustaba mucho la política, me fui con esa idea de provisionalidad porque yo tenía una vida a la que pensaba volver. Creo que es muy importante en política tener una vida a la que puedas volver en algún momento. Y resulta que no, que no volví.
¿Tienes contradicciones ideológicas todos los días, de vez en cuando, una vez cada congreso?
Claro. Tengo contradicciones ideológicas y no solamente en el terreno ideológico. Si alguien no tiene contradicciones, me parecería muy raro. Las tengo y, sobre todo, en el momento de desconcierto que estamos viviendo, un tiempo en el que todo cambia, todo fluye, hasta los conceptos que uno creía que eran más sólidos: la sociedad, el género, la vida, la muerte… Todo está cambiando, la política cambia también… Hasta hace cuatro días, creíamos en la idea de progreso a ciencia cierta y resulta que, ahora mismo, sí, hay progreso técnico, hay progreso económico pero, sin embargo, el progreso social y el progreso político se han parado. Creíamos en el futuro, el futuro era una promesa y ahora el futuro es una página en blanco, es como una frontera, el único futuro es el día de mañana.
Con tu edad y tu presencia en la política, ¿tu le tienes miedo a Podemos?
Yo ya no le tengo miedo a nada, a nada salvo a la enfermedad. No, en absoluto, no le tengo miedo. Es un partido, lo digo con toda sinceridad como lo veo, de laboratorio que está capitalizando el cabreo. Y cabreo hay mucho en España y con razones para estar cabreados. En ese caldo de cultivo es donde nace esta organización.
Y cuando a un hijo de electricista o maestro industrial…
Mi padre era electricista. Le hicieron maestro industrial trabajando en fábrica de Mieres pero él no había estudiado.
…cuando le dicen que es de la casta, porque a ti te dicen que eres casta, ¿qué?
Soy hijo de un maestro que tuvo la suerte de poder estudiar y hacer una oposición y ahora estoy en política y no me siento casta de nada. Me molesta mucho que con esos términos se intente expulsar al adversario de la vida pública. Lo que hay que hacer con el adversario es debatir y plantear tus alternativas, si las tienes. No vale sólo con señalar los problemas, hay que ver cuáles son las soluciones para esos problemas, si las hay. Ésa es en realidad la política. No consiste en decir éstos son casta, éstos están corruptos o éstos no sé qué, y que se vayan. No, no, debata con él, demuestre esas cosas, vea cuáles son sus posiciones, compárelas, compita en el espacio público. La política es encauzar el conflicto social. Mientras haya sociedad va a haber conflicto social y la única manera de encauzarlo es debatir en el espacio público. Pero una cosa es debatir y otra decir: No, yo a éstos sencillamente los expulso, utilizo el proceso político para expulsarlos de lo público.
Si a ti alguien te dice que no es de izquierdas ni de derechas, ¿tú tiendes a pensar que es de derechas o que es de izquierdas?
Es de derechas. Eso lo dijo Simone de Beauvoir. Cuando alguien dice no soy ni de derechas ni de izquierdas, es de derechas, lo tengo claro.
La política se ha embrutecido tanto en los últimos años que uno tiende a pensar que los políticos son todos unos apestados. [···] Ha hecho mucho daño este tiempo de corrupción [···]
Sin duda. Pero lo que hay que dejar claro es que la corrupción no es un vicio de los tiempos, es de los hombres. La cita no es mía, es de Séneca, pero viene al caso. Siempre ha habido corrupción y ahora hay corrupción en la democracia. Si analizamos un poco lo que pasó estos años de atrás, desde la Transición, el país se modernizó; era un país austero, el país real. Luego apareció otro país virtual que era más visible y llegó la burbuja y parecía que había de todo y que no importaba nada a nadie. Ahora, con la crisis, todo importa. Importan comportamientos que hace unos años no se cuestionaban tanto. No hablo de corrupción evidente sino de otro tipo de comportamientos. Un político no debe responder sólo desde un punto de vista penal, sino moral. Ahora, la gente se ha cansado y analiza de una manera que no se hacía hace unos años. La corrupción hay que cortarla y eso pasa por las listas abiertas, pasa por la rendición de cuentas, por la transparencia… Pero pasa también por tomar conciencia de que la ciudadanía no son sólo derechos, sino también obligaciones. Y entre esas obligaciones está tener conciencia fiscal, que en este país no existe. Saber que los servicios públicos universales, la sanidad, la educación… todo esto no es gratis. Y se paga, bien con un precio como consumidores o con un impuesto como ciudadanos. Esa conciencia de ciudadanía, esa conciencia fiscal hay que inocularla a la sociedad española. Y desde luego, todos los que no respondan a ella, y fundamentalmente las élites políticas, tienen que estar fuera del sistema.
A ver si acabamos con una leyenda urbana que circula por ahí que dice que tu eres un hombre tímido, que tienes fobia a los medios de comunicación, a las cámaras, que no te gusta salir…
Igual un fondo de timidez o como somos en la Cuenca… Porque las cuencas mineras imprimen carácter. Sí, es posible que sea tímido, pero lo que no he sido nunca es misántropo ni asocial, al contrario, me gusta la gente, la sociedad.
Tus amigos de Mieres, los de antes, ¿siguen siendo amigos tuyos ahora [···]?
Con algunos he perdido el contacto pero sí, las amistades que se tienen en la adolescencia y en la primera juventud son las que perduran para toda la vida.
La actividad política, siendo una de las cosas más importante para ti [···], no es lo más importante siempre, ¿no?
No, no puede serlo. Naturalmente que no. Pero actividad política no la hacemos sólo los políticos, esto es algo que me interesa mucho hablar porque una cosa somos los políticos, que hacemos política, y otra cosa son todos los demás que hacen política: poderes económicos, mediáticos, corporativos… Hacen política todos. La pregunta era si hay cosas más importantes y naturalmente que hay cosas más importantes en la vida: las personas, la familia…
Por ejemplo, la salud. Pasaste por un trance [···] ¿Eso te hace ver la vida con otros ojos?
Te das cuenta de lo frágil que es esto porque uno tiende siempre a pensar que es invulnerable. Le pasa a los otros y yo siempre creía que tenía una salud espléndida, había hecho deporte, estaba delgado, no comía mucho… Luego resulta que te das cuenta de que no, que no es así. Esa fragilidad la asumes y ves las cosas en términos más relativos. Aprovecho para decir que a mí me han tratado tan bien como a cualquiera en el servicio público. Me han puesto un stent. Cuando pregunté por él, me dijeron que aguantaba hasta 18 atmósferas –esto es cosa del ingeniero, de lo que me queda de él todavía— y acojoné un poco. La verdad es que pienso poco en ello, salvo cada día cuando tengo que tomar las pastillas.
¿El PSOE ha entendido de verdad este mensaje de la calle, sabe que hay cosas que no pueden repetirse? [···] Cuando Zapatero vino con aquella historia de “vamos a modificar la Constitución”, ¿hubieras votado a favor? [···]
Sería muy fácil ahora decir que no, ¿verdad?
¿De estos errores ha aprendido el Partido Socialista?
No hay más que verlo, ¿no? No hay más que ver ahora cuál es el discurso del partido y, sobre todo, la introspección a la que se dedicó después de todo aquello, el debate interno que eso generó, que estuvo estimulado también por la derrota, eso está claro. Ese tipo de reflexión nunca existe en el Partido Popular. Lo del Partido Popular es afianzarse en lo que están haciendo… No quiero hacer hoy una crítica política… lo que digo es que hay mucho más debate interno que a veces te perjudica ante la gente porque dicen, mira éstos, están peleándose. Pero hay mucho más debate interno en el Partido Socialista que en el Partido Popular. Porque ellos lo que hacen es siempre afianzarse: lo que hemos hecho lo hemos hecho bien y vamos a seguir en la misma dirección y contando las mismas cosas. Pues compara cómo han sido estos años en el PSOE, que han sido turbulentos por el debate interno sobre los que hemos hecho mal y lo que teníamos que hacer ahora. Yo, sinceramente, creo que el discurso es otro en este momento en asuntos concretos. Ahora bien, hay algo que conviene decir a la gente, a la gente de izquierda que espera más de la política, que la política es imprescindible, pero tiene sus limitaciones. Y ahora, seguramente la mayor limitación que existe es la pertenencia a Europa. A veces, como estás tan en lo local o en lo nacional o en lo autonómico, no te das cuenta que gran parte de los asuntos, y además de asuntos fundamentales, esenciales, políticos, se tienen que resolver en otros ámbitos. Aquí se pueden hacer cosas, se pueden hacer muchas cosas, pero hay asuntos, sobre todo en materia económica, que hay que resolver en Europa y Europa está atascada.
¿La política se cambia desde los parlamentos o también se puede cambiar desde las calles? [···] Hay que escuchar permanentemente a la calle.
A veces escuchar es lo único que puedes hacer y escuchar tienes que hacerlo permanentemente. Pero una cosa es escuchar, que es imprescindible, y otra cosa es caminar detrás de los sondeos. Es decir, lo que debe hacer la política es liderar a la sociedad. Y cuando se camina detrás de los sondeos y de la opinión, lo que estás haciendo no es liderar, es seguir, que es una cosa bien distinta. Ahora bien, en una democracia representativa, la representación siempre está en los parlamentos. No se puede hablar de que hay política sin representación, que no, que eso es otra cosa, eso es populismo. ¿Quiere esto decir que en la calle no se puede hacer política? No. La calle hay que escucharla y la calle también puede movilizarse, además, debe hacerlo cuando entienda que es oportuno. Ahora, no hay política sin representación. Eso de apelar a lo que diga la gente, a lo que diga el pueblo y este tipo de cosas, no. Por cierto, el término pueblo a mi no me gusta nada.
No te gusta nada el uso que se hace ahora.
Que se hace ahora y que se hizo muchas veces. Tiene unas resonancias… En nombre del pueblo alemán o del pueblo no se qué… no tiene nada que ver lo que hablamos con lo que se hace ahora con él. Pero en lugar de hablar del pueblo, aquí hay que hablar de los ciudadanos, de la ciudadanía, que son sujetos de derechos y de obligaciones políticas. El pueblo es otra cosa, más sentimental, más emocional, con adversarios exteriores y todo ese tipo de cosas.
¿La socialdemocracia trata de cambiar la sociedad, toda la sociedad, o sólo la economía?
La socialdemocracia trata de cambiar la sociedad, lo que pasa que es consciente que para hacerlo tiene que tener una economía competitiva. No es exactamente decir tenemos el país que podemos pagarnos, sino vamos a ver qué país queremos ser y vamos a trabajar para serlo y ver la manera de pagarlo. Ahora, para ver la manera de pagarlo hay que tener una economía competitiva, porque si no, qué vas a repartir, qué vas a redistribuir, cómo vas a tener servicios públicos de calidad.
¿Qué discurso ideológico manda hoy en el PSOE? [···]
El partido no es homogéneo, lo ves cuando vas a los órganos de representación, al comité federal. Hay gente con sensibilidades distintas, que opina que tenemos que estar más a la izquierda o ser más moderados… El Partido Socialista es un partido de mayorías y es un partido de gobierno porque tiene la conciencia clara de que las cosas se cambian desde los gobiernos. Ser de gobierno implica no sólo ser un partido de trabajadores, que lo es, sin duda, sino serlo también de clases medias, hablamos de profesionales libres, de pequeños empresarios, de funcionarios, burócratas, gente que ha desarrollado una conciencia común y unos valores sociales comunes y que ahora está viendo cómo se la proletariza y cómo se le quieren prestar unos servicios de bajo coste por un estado también de bajo coste. El Partido Socialista tiene que adaptarse a esa mayoría de progreso que quiere avanzar pero que no quiere romper los equilibrios básicos de la sociedad.
[···] Os habéis alegrado mucho cuando Susana Díaz ha ganado las elecciones en Andalucía, pero no sólo porque las haya ganado sino porque habéis dicho: esto nos va a pasar también a nosotros. ¿Antes no lo teníais del todo claro, eh?
Siempre es un estímulo que en una comunidad, y estamos hablando de la mayor de España, el Partido Socialista gane y lo haga con claridad. En absoluto lo voy a negar porque, además, inyecta adrenalina al conjunto de los socialistas en España y de cara a unas campañas que son muy importantes. Tener ganas, transmitir emoción y voluntad de cambiar cosas y de ganar, es importantísimo. Por tanto, el éxito de Andalucía nos viene muy bien. ¿Es trasladable íntegramente? No, porque no es la misma realidad sociológica, pero nos viene muy bien. Ahora, hay que pelearlo aquí en el territorio, hay que adaptarlo a nuestro discurso, a lo que es Asturias.
[···] Has gobernado con pactos. Aquí ya no hay mayorías. [···] ¿Preferirías gobernar con una mayoría aplastante absoluta o no?
Lo de aplastante vamos a dejarlo aparte porque suena mal. Dejemos lo de aplastante. Si yo dijera ahora, aquí, que prefiero no tener mayoría absoluta, ¿alguien me creería? Claro que me gustaría gobernar con mayoría absoluta y me gustaría gobernar en una situación de bonanza económica. No me ha tocado ninguna de las dos cosas, por tanto gobierno en la situación que tengo, con una crisis económica de caballo, la más dura que hemos vivido las generaciones vivas, sin duda, y con un Parlamento muy fragmentado; salvo Navarra y Cataluña, que estarán más o menos como nosotros, no hay ningún otro en España. Eso es lo que me ha tocado y, por tanto, hay que adaptarse a lo que hay y lo que hemos intentado es pactar. Ha habido mucho conflicto. Naturalmente, yo lo achaco más a la oposición, pero nosotros habremos puesto de nuestra parte también algo, no lo dudo –y ellos dirán que todo—. En todo caso, quiero que se piense que de tres años, porque fue una legislatura corta, sacamos adelante dos presupuestos y se aprobaron en total 25 leyes. Al final, la realidad te impone lo que tienes que hacer, a nosotros y a la oposición. Con todos estos decibelios de conflicto y todo este enfrentamiento que se manifestaba sobre todo en la Junta General, al final 25 leyes y dos presupuestos, ojalá hubieran sido tres.
Vivimos un tiempo de crisis, [···] ¿Tu has vivido por encima de tus posibilidades?
No. Lo que ha habido aquí ha sido un fallo casi sistémico de la económica, con una confianza absoluta en la autorregulación de los mercados y en que esto funcionaba solo y, al final, aquello que va como un autobús a toda velocidad, se ha estrellado. La gente en general no vivía por encima de sus posibilidades. Y la inmensa mayoría no tiene ninguna responsabilidad en esa crisis. Sin embargo son aquellos sobre los que se ha cargado las consecuencias de la crisis. Por eso el cabreo, que es normal. Además, se les dice que hay que apretarse el cinturón pero para eso tendríamos que tener todos los mismos pantalones. Sin embargo, hay quien se los está apretando hasta quedar exhausto, que es la inmensa mayoría de la gente, y quien está mejor que antes. La desigualdad está creciendo en el mundo y en España de manera singular. Además, se nota no solamente con las estadísticas, sino que la industria del lujo ha subido, es uno de los mayores mercados del mundo. Y la desigualdad es un riesgo para la economía y es un peligro para la democracia.
¿Te sientes responsable del desempleo de este país? [···]
Cuando estás en un cargo como el que yo tengo te sientes responsable de estas cosas, aun sabiendo de la incapacidad que hay para resolverlo. No hay recetas mágicas ni milagrosas. Todo esto de la política como magia, que lo hagan otros. La política es otra cosa bien distinta. Ahora, sí que asumes la responsabilidad de pensar que hay más de 90.000 parados en Asturias, familias que lo están pasando muy mal. ¿Cuáles son las medidas –no milagrosas— que yo puedo tomar aquí para aminorarlo o para que las consecuencias del desempleo no sean tan devastadoras? Hay medidas que se pueden tomar a corto plazo, medidas de carácter social, y hay otras medidas que no actúan en el corto plazo y que tienen que tener sinergias con el Gobierno de España y sobre todo con Europa. A medio plazo, el futuro de Asturias pasa por la demografía, un problema para el que es muy difícil tener remedio y no lo tiene un gobierno autonómico solamente, esto si que es una implicación estatal y europea. El problema demográfico en Asturias es quizás nuestro mayor desafío. Respecto a la economía misma, aquí piensan que se puede actuar de manera milagrosa y no. Con las empresas en Asturias, lo que hay que ver es si sus costes logísticos, de transporte, de almacenamiento, etcétera… ¿están bien? ¿Qué hay que hacer? O, en aquello de necesidades de materias primas o de energía, ¿esa energía es suficiente o está a los precios que necesitan? ¿El sistema de innovación funciona? ¿La capacidad para enseñar a las pequeñas empresas a exportar está funcionando? Es decir, el sistema no es estatal, no es público. Estamos hablando desde lo público de generar un entorno bueno, cómodo, para que se desarrolle la actividad empresarial.
[···] El caso Fernández Villa supuso para ti una de las mayores crisis de tipo personal. ¿De verdad no sabías nada de lo que estaba pasando?
¿Cómo lo iba a saber? ¿Quién lo sabía? Ahora he escuchado muchas voces que vienen incluso de hace 20 años pero, ¿quién lo sabía? Además, la vida que él llevaba no se prestaba a pensar en eso, era modesta, pero muy modesta y de pronto te encuentras con que tiene una fortuna. Fue un mazazo. Primero sentí absoluta incredulidad. Cuando me lo dicen, a las 9 o 9:30, me llaman por teléfono, va a sacar esto un periódico, no me lo creí. Cogí el iPad y a las 12 de la noche, en la primera edición de El País, allí estaba en primera página. Y leyéndolo, él no lo desmiente. Y si él no se defiende, no voy a defenderlo yo. Cuando lo leí, comprendí que era cierto. Y a partir de ahí, tomamos las decisiones. Dejé bien claro entonces lo que pensaba. Lo que más me dolió es lo que simbolizaba, porque otros simbolizan otras cosas: si hablas de Pujol, pues las relaciones con la banca catalana o el nacionalismo… Pero en este caso estamos hablando del Sindicato de los Mineros Obreros de Asturias, el sindicato más emblemático, más simbólico de la lucha obrera, aquéllos que se consideraban a sí mismos como clase ejemplar, que iban a construir un mundo distinto, el mundo de la solidaridad… Francamente duro y devastador.
¿Vamos a tener minería más allá del 2018, y del 20 y del 25, o esto tiene un fin?
Con las decisiones que se están adoptando ahora mismo sobre ayudas a la minería, las ayudas corrientes, y sobre la posibilidad de quemar carbón en las centrales térmicas, hablo de carbón nacional, con lo que está planteando ahora mismo el ministerio, no se va a llegar a 2018, ése es el problema. Ya no es que me hable del futuro que deberíamos intentar garantizar para una serie de empresas, pero es que los planteamientos que ahora mismo tiene el Ministerio de Industria son de cierre a corto plazo de la mayoría de las empresas, es así de dramático.
¿Antes de 2018?
Yo no sé como van a aguantar algunas empresas que no tienen ayudas a la producción corriente, pero es que además, el carbón que saquen no se va a poder quemar en las centrales porque ahora mismo hacen un planteamiento para que se pueda quemar en las centrales subvencionando a las térmicas determinadas inversiones para evitar emisiones de óxidos de nitroso y este tipo de cosas. Tiene que ser aprobadas previamente en Europa y eso lleva mucho tiempo, veremos si se aprueba, ojalá; y además, van a ser contestadas en los tribunales por algunas empresas eléctricas por discriminación respecto a los ciclos combinados, etcétera. Entonces, con esas incertidumbres, y si no se va a pagar hasta entonces ni va a poder consumir hasta entonces, ¿qué futuro tienen estas empresas, cómo van a financiar los stocks de su producción? Todos estos asuntos que la gente conoce de una manera más periférica son nucleares, es decir, el Gobierno tiene que cambiar los planteamientos en relación al consumo del carbón nacional o, desde luego, muchas de las minas que ahora mismo están en el núcleo competitivo no llegarán.
[···] Decides estudiar una carrera que era muy complicada entonces, que había que saber muchas matemáticas, ¿o qué había que saber?
Me condicionó mucho, no ya la familia, que también, porque mi abuelo materno era minero. Por parte de mi padre, trabajaban todos en Fábrica de Mieres, los jefes eran todos ingenieros de minas. Yo creo que condiciona mucho la Cuenca, el lugar donde vives y en aquella época, que había mucha menos información para pensar en qué quieres ser en el futuro, porque a mi en realidad esa tendencia hacia las letras y la literatura quizás me tirara más.
[···] Pedro Sánchez es el mejor candidato o pueden presentarse otros en igualdad de condiciones y podrán ser mejores candidatos y candidatas?
Claro que se pueden presentar otros pero normalmente el candidato…
…Tú no vas a apostar ahora por ninguno… [···]
Cuando llegue el momento de las primarias será el momento de pronunciarse y mientras tanto, Pedro Sánchez es el secretario general y el secretario general es el candidato siempre a las primarias, digo en el Gobierno de España, porque aquí yo fui secretario general y no me presentaba e igual dices, bueno, vaya controversia consigo mismo. Yo creo que Pedro Sánchez es muy buen candidato.
¿Y Javier Fernández? [···] ¿No entra en tus planes?
No, cómo va a entrar en mis planes. Hay que ser realistas.
Oye, es verdad que Zapatero quiso hacerte ministro, ¿eso es verdad?
Sí, efectivamente me lo dijo pero no era el momento. Yo llevaba tres años como secretario general, sabía de las dificultades objetivas para que el partido se cohesionara y sin un partido cohesionado no vas a ningún lado. Y, bueno, pues eso quedó entre él y yo. Hasta que unos años después vino y lo dijo.
¿Qué quema más, estar en el gobierno o estar en la oposición?
Estar en el gobierno.
[···] El PSOE en los últimos meses ha cambiado, ha cambiado el partido pero no sé si ha cambiado sus políticas [···]
Hay que cambiarlas porque lo más devastador para la gente es que piensa que pueda cambiar de gobierno pero que no pueda cambiar de políticas o sea que las políticas, efectivamente, hay que cambiarlas y nosotros tenemos políticas bien distintas a las que practica el Gobierno del Partido Popular. Eso yo creo que es evidente. Ahora bien, a la gente hay que decirle que se puede cambiar la Ley de Educación, o que no se entreguen los registros públicos a los registradores de la propiedad, o la ley de manifestación, o la reforma laboral, o lo que se ha hecho con la sanidad… Ahora, hay asuntos que no se cambian en España, que hay que cambiarlos en Europa. Y hasta que no tengamos conciencia de que hay que ir a Europa y cambiarlo, y hacerlo en una línea socialdemócrata, muchas cosas no tendrán solución. Lo que pasa es que cuando piensas en Europa dices, oye, el proyecto que nos están planteando, ¿es una renuncia a las políticas socialdemócratas o es una renuncia a cualquier política? A veces da esa sensación, a cualquier espacio público, a cualquier estado de derecho que pueda interferir en la libertad de los mercados en nombre de los ciudadanos. Europa es vital y eso no quita ninguna responsabilidad ni ninguna exigencia a los que ahora, aquí, en lo local, autonómico o nacional, tenemos la responsabilidad de gobernar.
De tu actividad diaria como presidente hay cosas que te resultan cansinas sin duda alguna, que te aburren mucho [···]
Es que no me da mucho tiempo a aburrirme porque un gobernante tiene que estar permanentemente escuchando las quejas de la gente o las de sus consejeros. Lo digo muchas veces: no estoy en un gobierno solitario, estoy en un gobierno de coalición, de coalición con mi consejera de Hacienda y con todos los demás.
[···] Tú tienes esa soledad del despacho, ¿sí o no? [···] Tienes que tomar tú la decisión, no puedes encargársela a otro [···]
Sí, además tienes que tomarla, sí. Llega un momento en que la decisión es tuya, para eso estás ahí, para tomarla y sabes que cuando la tomas, tiene unos activos y unos pasivos, pero para eso nos elijen, para equivocarnos, para acertar, para tomar decisiones, para decir sí, no…
¿Podemos invitar a tomar café a Pablo Iglesias el nuevo o te gustaría más tomarlo, si viviese, con el antiguo? [···]
Yo al nuevo no lo voy a invitar a ningún café.
¿No tomarías un café con Pablo Iglesias?
¿Lo tomarías tú con alguien que dijera que eres casta y que te tira al cesto de la ropa sucia? Si dice que no lo soy, lo tomaría encantado; ahora, con alguien que me trata de esa manera y con ese desprecio, yo no tomo café.
¿Qué opinas sobre este Papa? [···]
Creo que este Papa… yo votaría a este papa.
¿Tú crees que es de izquierdas?
Por comparación, sería muy de izquierdas. Ha insuflado aire nuevo a la Iglesia y creo que la Iglesia lo necesitaba. Lo que pasa que la Iglesia tiene tantos años y tanta experiencia que en cada momento hecha mano de aquel papa que necesita, está siempre el espíritu santo muy al día. El Papa Woitijla fue una decisión casi geoestratégica. Lo nombraron y combatió a la Unión Soviética, fue uno de los elementos más decisivos en que cayera.
Con este Papa sí que te tomarías un café.
Con este Papa sí que me lo tomaría
¿E irías a una misa de las suyas?
La única misa que yo escucho, y lo hago con todo el respeto, es la de Covadonga, una tradición de los presidentes asturianos que respeto y a la que voy. La verdad es que no soy nada de misa.
Si el PSOE no gana, es más, si tiene una derrota espectacular, inmensa en Asturias, ¿qué?
Yo creo que esa hipótesis, afortunadamente, no entra en la cabeza de la mayoría de los asturianos. Porque, pregunto, y si el PSOE no gana, ¿qué pasa aquí?