Ovidio Zapico, diputado de IU, responsable de los asuntos de Industria, y José Manuel Zapico, Secretario General de CCOO de Asturias, coincidieron esta mañana en señalar la necesidad de agilizar la construcción de las baterías de coque de Gijón para sustituir las viejas baterías de la factoría de Arcelor-Mittal en Avilés, que ayer sufrieron un incendio.
A juicio de José Manuel Zapico este accidente es “una situación de máxima gravedad” para la que hay que felicitarse de que no hubo ningún daño personal, de que el plan de emergencia funcionó y las medidas de seguridad y salud también. Una valoración similar a la del diputado de IU quien apuntó que las condiciones meteorológicas fueron favorables y no supuso un incremento de los índices de contaminación.
Los dos dirigentes, de IU y de CCOO de Asturias, hicieron especial hincapié en la importancia de la factoría de Arcelor-Mittal y en el empleo que genera en Asturias.
En palabras de Ovidio Zapico “la máxima preocupación” son las posibles repercusiones que en el empleo puedan ocasionar la pérdida de esas baterías y que con celeridad, entren en funcionamiento las baterías de Gijón, y no se produzca ningún trauma laboral en la factoría de Avilés.
En boca de Zapico, que pidió cautela para valorar las causas del incendio recordó que Comisiones Obreras advirtió en noviembre de 2017 de que si no había una inversión clara y no se agilizaban los trámites burocráticos para la instalación de las baterías de coque en Gijón “podríamos estar en situación de riesgo”. Ahora, explicó José Manuel Zapico, con “mucha calma y cautela”, exige que se desbloqueen las trabas burocráticas, se terminen cuanto antes las baterías de Gijón y sustituyan de forma paulatina y rápida a las de Avilés, para garantizar la actividad de una empresa tan importante para Asturias. El Secretario General de CCOO de Asturias realizó, por último, un llamamiento a la reflexión de las fuerzas políticas y sociales “que aprovechan cualquier oportunidad para poner en tela de juicio” unas instalaciones tan importantes como las de Arcelor, de las que dependen una gran parte del empleo de calidad y con derechos “de los que Asturias no puede prescindir”.
