IU de Asturias reivindicó esta semana la urgencia de relanzar Perlora como modelo de turismo social y sostenible, en un proyecto en fases que arranque por la reordenación de la urbanización, continuando en sucesivas etapas hasta la reapertura del complejo.
El coordinador general de la formación, Ramon Argüelles, reclamó al Principado de Asturias que retome el interés para detener el deterioro y lograr que se convierta en un impulso económico, tanto para Carreño como para el sector en Asturias.
La recuperación de la ciudad vacacional podría combinarse, a juicio de Argüelles, con otras actividades, algo que en cualquier caso, añadió, sería mejor que lo que hay ahora.
El máximo responsable de IU visitó junto a miembros de la formación en Carreño el complejo residencial. El portavoz municipal, Ángel Garcia Vega, señaló que existían estudios sobre el coste de la recuperación de Perlora que cuantificaban en unos 40 millones de euros la inversión necesaria para el reflotamiento de estas instalaciones.
Para Garcia Vega, el Principado de Asturias tiene que implicarse como administración competente y responsable, manteniendo el concepto de turismo social, en su opinión, necesario.
La recuperación de Perlora sería también un revulsivo desde la perspectiva del empleo. El secretario de Acción Política de Izquierda Unida, Juan Ponte recordó a este respecto que la ciudad residencial en su época de esplendor suponía unos 150 empleos directos, a los que había que añadir los indirectos y los temporales. La situación de desastre por la que atraviesa el complejo es una muestra, lamentó, del efecto de procesos de privatización, como el que pretendió imponerse aquí. Para Ponte, es inadmisible que en la situación de precariedad laboral que viven miles de asturianos y asturianas, se desperdicie una oportunidad de generar empleo de calidad como la que ofrece Perlora.
En la visita al complejo residencial, además de otros concejales de IU en Carreño, estuvo la secretaria de Política Municipal, Gabriela Alvarez, quien resaltó que esta recuperación podría tener consecuencias y un impacto positivo no solo para Carreño y para la mancomunidad del Cabo de Peñas, sino para toda Asturias. Y es que si se lograrán las cotas de ocupación que llegó a tener este enclave, se superarían las 1500 residentes cada 15 días.