Roma, 9 nov (dpa) – Italia no hará cambios sustanciales en su plan presupuestario, aseguró hoy el ministro de Finanzas, Giovanni Tria, durante un encuentro con el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, poco antes de que venza el plazo dado por la Comisión Europea para reducir el déficit previsto en 2019.
Italia quiere un «diálogo constructivo» con Bruselas, dijo el ministro. «Pero los pilares y características fundamentales de nuestro presupuesto se mantendrán», dijo.
Sería «suicida» para Italia cumplir las exigencias de la Unión Europea (UE), dijo en referencia a la petición de Bruselas de recuperar el objetivo del 0,8 por ciento fijado por el ejecutivo anterior para 2019. Ello requeriría «una contracción fiscal brutal», dijo el ministro. «Para una economía en fuerte desaceleración sería suicida», añadió.
La Comisión Europea rechazó el presupuesto presentado por Italia y le dio un plazo hasta el martes (13 de noviembre) para presentar un plan revisado de déficit, amenazando con procedimientos legales que podrían suponer multa.
Centeno aseguró que otros países del euro apoyan la acción de la Comisión contra Roma. «Espero que Giovanni Tria sea capaz de presentar un borrador presupuestario mejorado», dijo.
El problema estriba en su objetivo de déficit para 2019, que el nuevo Gobierno italiano fijó en un 2,4 por ciento del producto interno bruto (PIB), por encima del 0,8 por ciento fijado por el anterior ejecutivo.
Aunque aún queda por debajo del límite del 3,0 por ciento que establece el Pacto de Estabilidad de la UE, el aumento del déficit se traduce en una mayor deuda pública, cuando la de Italia ya es con más del 130 por ciento del PIB una de las más altas del mundo y muy por encima del techo del 60 por ciento establecido en el Pacto de Estabilidad.
Por esta razón, la Comisión Europea exige a Italia que reduzca su deuda año tras año.
Poco antes, el viceprimer ministro Luigi Di Maio se había manifestado confiado en que no habría sanciones de la UE contra su país. «En estos momentos no hay castigos previstos para Italia», dijo ante la prensa extranjera en Roma, apostando por el diálogo con Bruselas.
En su comparecencia en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma, Di Maio había dicho también que ese objetivo de déficit no se reducirá, pero se comprometió a que tampoco se superará.
Tria, un tecnócrata sin filiación política, es considerado moderado dentro del Gobierno de Roma. Algunos analistas creen que preferiría rebajar el déficit para relajar la tensión, pero que tiene las manos atadas por el gobierno formado por la ultraderechista Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S).
Estos defienden la subida del déficit para impulsar la economía del país, que se encuentra a la cola de crecimiento de la UE, y para cumplir sus promesas electorales sobre impuestos, pensiones y bienestar.
En su comparecencia, Di Maio dijo también que el euroescéptico M5S que dirige ya no defiende la salida del país de la zona euro, al considerar que desde el ejecutivo puede influir en las decisiones del bloque.
Antes de llegar al poder en coalición con la ultraderechista Liga, el movimiento antisistema pedía un referéndum para consultar a los italianos sobre una eventual salida de la eurozona.
Sin embargo, ahora «Italia puede desempeñar un papel mucho más importante tanto en la zona euro como en la Unión Europea y ese es el motivo (…) de que ya no debemos abandonar el euro. Lo aseguro no sólo como líder (del partido) sino como viceprimer ministro», dijo.