Brünheide (Alemania), 5 mar (dpa) – Un presunto ataque incendiario a una torre eléctrica paralizó hoy la producción de la planta de la automotriz Tesla al sureste de Berlín.
«Hemos tenido conocimiento de una carta de reivindicación, que estamos examinando actualmente», declaró una portavoz de la policía del estado federado de Brandeburgo y dijo que se está comprobando su autenticidad.
En un correo electrónico, el ultraizquierdista «Grupo Volcán» acusó a Tesla de hacer trabajar a sus empleados en «condiciones extremas de explotación» y pidió la «destrucción completa de la Gigafactoría».
Tras el incendio de un poste eléctrico que desencadenó el apagón, la policía de Brandeburgo da por hecho que fue provocado.
La producción en la única fábrica de Tesla en Europa quedó paralizada y fue evacuada, comunicó el fabricante de coches eléctricos. El incendio también provocó cortes temporales de electricidad en varias ciudades y municipios de la zona.
El suministro a las poblaciones vecinas se restableció a última hora de la mañana de hoy, según la compañía eléctrica Edis. La planta de Tesla y un centro logístico fueron las excepciones.
De acuerdo con datos del Ministerio regional de Interior, unos desconocidos prendieron fuego a una torre de alta tensión ubicada en un campo sin vallado a primera hora de la mañana de hoy. Las llamas fueron extinguidas por los bomberos. La policía deplegó un amplio operativo que incluyó helicópteros, drones, agentes y perros.
El primer ministro de Brandeburgo, el socialdemócrata Dietmar Woidke, condenó el hecho. «Se trata obviamente de un grave ataque contra nuestras infraestructuras críticas con consecuencias para miles de personas y muchas pequeñas y grandes empresas de nuestro estado», dijo. «Los ataques a nuestras infraestructuras críticas son una forma de terrorismo».
La empresa prevé pérdidas económicas de «nueve cifras» debido a la interrupción de la producción, dijo André Thierig, representante de Tesla. Precisó que se prevé que el suministro eléctrico quede interrumpido durante varios días, por lo que no está claro cuándo se reanudará la producción.
El director general de Tesla, Elon Musk, se indignó en las redes. «Estos son los ecoterroristas más tontos del mundo o son marionetas de aquellos que no tienen buenos objetivos medioambientales», escribió Musk en inglés en la plataforma X (antes Twitter).
«Detener la producción de vehículos eléctricos en lugar de vehículos de combustibles fósiles es extremadamente estúpido». El jefe de Tesla escribió las palabras «extremadamente estúpido» en alemán.
Por su parte, los activistas medioambientales que protestan en un bosque cercano a la fábrica contra la ampliación prevista de las instalaciones de Tesla rechazaron cualquier relación con el presunto atentado.
«Nos oponemos a la ampliación de la fábrica con nuestros cuerpos y casas en los árboles. No estamos poniendo en peligro ninguna vida en el proceso», dijo la Iniciativa Tesla Stop. Desde el jueves, entre 80 y 100 activistas ecologistas ocupan parte del bosque cercano a la fábrica, que Tesla planea desbrozar si amplía sus instalaciones.
Tesla lleva casi dos años fabricando coches eléctricos en Grünheide. Según las últimas cifras de la empresa, en la planta trabajan unos 12.500 empleados.
Los ecologistas critican, entre otras cosas, que el emplazamiento esté situado en una zona de protección hidrológica. En una consulta pública celebrada en Grünheide, la mayoría de los residentes se mostraron contrarios a los planes de ampliación. Tesla también quiere ampliar la producción de los 500.000 coches anuales previstos a un millón.