(EP) – Siete de cada diez japoneses reclamaría la celebración de elecciones anticipadas para que el pueblo decida si acepta la nueva estrategia militar presentada por el Gobierno, que contempla una subida de impuestos para sufragar un aumento del presupuesto de Defensa, clave en un plan estratégico nacional con objeto de contrarrestar la influencia de China en la región del Indopacífico.
La encuesta de la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo refleja la enorme impopularidad del plan anunciado a finales del año pasado por el gabinete del primer ministro, Fumio Kishida, que contempla además la posibilidad de expandir las competencias de las fuerzas japonesas para lanzar «contraataques» ante un hipotético ataque enemigo, en un nuevo desvío de su carácter defensivo original.
Así pues, un 77,9 por ciento de los encuestados exigiría, llegado el caso, que el primer ministro empleara estas elecciones anticipadas como un referéndum de facto sobre la aprobación popular de la nueva estrategia defensiva.
El respaldo popular al primer ministro se mantiene en mínimos históricos, aunque ha subido tres décimas en relación a diciembre (33,4 por ciento frente al 33,1 por ciento), con una desaprobación que roza ya el 50 por ciento (49,9 por ciento).
Según un borrador al que tuvo acceso la cadena pública japonesa NHK, el proyecto prevé la recaudación de un impuesto adicional de entre el 4 y el 4,5 por ciento sobre los impuestos de sociedades en todos los sectores y extender la prevista subida del uno por ciento sobre todas las declaraciones individuales de la renta más allá de la fecha límite inicial de 2037.