Hay una tendencia en el sector a ampliar el catálogo de ocio a otras actividades además del esquí, apostando por la gastronomía, el ocio apré-ski o actividades en la nieve. La instalación de un parque infantil de interior en la estación de esquí puede ser un primer paso para ofrecer nuevas experiencias a las familias.
Durante la temporada de esquí muchas son las familias con hijos que incluyen entre sus planes una escapada a la nieve. Los viajes para esquiar son una tradición muy arraigada pero cuando se viaja con niños pequeños surgen dudas a la hora de elegir estación. Puede ocurrir que los niños son muy pequeños o no esquían, o lo hacen durante un rato y luego se cansan, o alguno de los padres no puede esquiar. Las familias necesitan un plan B para los momentos en los que no se está esquiando.
Una opción interesante es optar por una estación de esquí que además de jardín de nieve exterior o escuela de esquí, tenga un lugar de disfrute para los más pequeños a cubierto: un parque infantil de interior. Cada vez hay más estaciones de esquí que optan por incorporar entre sus servicios una zona lúdica destinada a los pequeños, acondicionada y climatizada como alternativa al esquí.
Un parque infantil de interior en la nieve también puede ser el centro de nuevas experiencias para las familias en la estación de esquí. Puede ser un gran parque aventura con toboganes, pistas de trineos, torres de caída libre y todo tipo de atracciones. También un parque temático diseñado a medida como un espacio de fantasía singular. Cualquiera de ellos se puede complementar con servicios gastronómicos y actividades para enfocar una propuesta de celebración infantil en la nieve.
Un ejemplo es el parque infantil de interior que han fabricado e instalado recientemente en la estación de esquí de Chatel en Francia. Este espacio supone una gran ventaja para las familias que la visitan. Está situado junto a la zona de restauración, lo que permite que los mayores descansen y se diviertan mientras los niños se entretienen en su parque de bolas con tobogán, en este caso.
Además de la configuración y el diseño lo realmente importante está en la estructura, que es la base de la calidad de la instalación. En Icolandia son fabricantes y sus parques infantiles están homologados según la normativa europea, cumpliendo los estándares más exigentes para este tipo de instalaciones. El montaje de los parques sigue estos mismos parámetros, ya que está realizado por sus propios técnicos. Así se garantiza la seguridad de los pequeños y la tranquilidad de los padres sabiendo que están en un entorno libre de peligros.
En Icolandia cuentan con una experiencia de más de 20 años y más de 800 parques instalados en Europa. Ofrecen juegos, mobiliario, módulos y todo tipo de estructuras para crear parques infantiles atractivos para todos los espacios; desde juegos de pared y módulos para realizar ludotecas en pequeñas habitaciones hasta instalaciones más grandes y complejas.
Fuente: Servicios Periodísticos