Berlín, 5 jul (dpa) – El ministro del Interior de Alemania y aliado díscolo de la canciller Angela Merkel, Horst Seehofer, tiene intención de utilizar algunas de las instalaciones de las que dispone la Policía en la frontera con Austria como centros de tránsito para migrantes, según trascendió ayer.
De acuerdo a la información publicada por diarios regionales de la asociación de periodistas Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND), el político bávaro y líder de la Unión Cristianosocial (CSU) propuso esta idea a sus socios de Gobierno en una reunión celebrada este martes por la noche en Berlín.
Ante la cúpula de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y del Partido Socialdemócrata (SPD), el líder de la Unión Cristianosocial (CSU) explicó que el uso de estas sedes policiales evitaría la construcción de nuevos centros para albergar migrantes.
Según las publicaciones, que citan como fuente a círculos de la CSU, Seehofer se refirió, entre otros, a los edificios de la Policía situados en las localidades de Passau, Rosenheim y también al aeropuerto de Múnich.
El ministro también indicó durante el encuentro que, en su opinión, los migrantes no deberían pasar más de 24 horas en los centros de tránsito y ante sus socios de coalición recalcó que éstos deberían entrar en funcionamiento tan pronto como Berlín logre sellar acuerdos para la expulsión de los peticionarios de asilo con el resto de países europeos.
En una entrevista televisada, la canciller Merkel recordó ayer que la Constitución establece que los migrantes podrían pasar un máximo de dos días bajo vigilancia policial en los cuestionados centros de tránsito que pretende abrir en la frontera con Austria.
«Tienen que ser suficientes 48 horas, eso es lo que dice la Constitución», recalcó la mandataria en una entrevista emitida este miércoles por la televisión pública ARD. Pasado este período, explicó, los solicitantes de asilo deberán ser derivados a albergues comunes.
Merkel salió así al paso de las críticas expresadas tanto por Austria como por su socio en la coalición de Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), que se mostró muy crítico con el acuerdo alcanzado por la canciller y su aliado bávaro y ministro del Interior, Horst Seehofer, en la noche del lunes.
Con dicho pacto, «cocinado» en medio de un enfrentamiento que llegó a poner en riesgo la continuidad del Gobierno en Berlín, la dirigente se comprometió a crear centros migratorios cerrados en zonas fronterizas con Austria en los que residirían los peticionarios de asilo mientras se resuelve su expediente o se tramita su expulsión al país europeo en el que se registraron al pisar territorio comunitario.