(dpa) – El presidente de la rama bávara de los demócrata cristianos de la canciller alemana Angela Merkel, Horst Seehofer, abandonó hoy el reclamo de poner un tope máximo al ingreso de refugiados como condición explícita para formar Gobierno tras las elecciones del 24 de septiembre.
El tope de 200.000 refugiados por año había sido repetido por Seehofer como una letanía desde que Merkel dio luz verde al ingreso de casi un millón de personas del Cercano y Medio Oriente y de África a partir de septiembre de 2015.
El líder de la Unión Social Cristiana (CSU) supeditó la participación de su partido en un nuevo gobierno a que el tope fuese estipulado en el contrato de coalición.
«La situación ha cambiado, la política de Berlín ha mudado», argumentó el dirigente en una entrevista con la televisora pública ARD. «Tenemos una inmigración mucho menor que en el momento en el que hice esta declaración». Seehofer afirmó que su partido se encargará de mantener estos logros.
En su plataforma electoral, la CSU habla de una cifra máxima de 200.000 refugiados por año. Merkel, sin embargo, se negó en todo momento a restringir la llegada de personas que buscan refugio en el país.
También el Partido Los Verdes, un posible candidato a formar alianza con los conservadores, dejó claro que no será parte de ningún Gobierno que limite el ingreso de refugiados.
Seehofer indicó que este año el tope no será alcanzado y se mostró convencido de que el mero hecho de que hubiera sido tema de debate ha modificado la situación. «Estoy conforme», expresó.
Desde la llegada de casi un millón de refugiados, Alemania ha endurecido considerablemente las condiciones para otorgar asilo político y para agilizar las deportaciones de aquellos cuyas solicitudes hayan sido rechazadas.
«Ahora de lo que se trata es de ganar unas elecciones», destacó el líder bávaro. Las encuestas coinciden en augurar la victoria del bloque conservador de Merkel en los comicios generales de septiembre.
Seehofer se convirtió en la voz crítica de los conservadores a la política de brazos abiertos de Merkel.
El primer ministro de Baviera, el estado federado al que llegó la mayoría de los migrantes por la llamada «ruta de los Balcanes», acusó a Merkel de provocar un efecto llamada para dar cobijo a la ola de refugiados que llegaba entonces a Europa.
Seehofer desafió a la canciller al invitar a Múnich al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, quien erigió un muro en la frontera de su país para cortar el flujo de refugiados y se niega hasta hoy a recibir el contingente asignado por la Unión Europea.
Pese a las rencillas internas, un sondeo que publica hoy el dominical «Bild am Sonntag» sitúa a la CDU/CSU como primera fuerza, con 39 puntos, uno más que la semana pasada, mientras que el SPD se estancaría en el 24 por ciento.
Tercera fuerza sería el partido La Izquierda, con nueve por ciento (un punto porcentual menos). Los Verdes avanzan un punto, hasta el ocho por ciento, el mismo porcentaje que permitiría al Partido Liberal regresar al Parlamento tras una ausencia de una legislatura.
También estarían representados por primera vez los ultraderechistas de Alternativa para Alemania, con un siete por ciento, un punto menos que la semana pasada.