Debes dejar el orgullo a un lado y esa falsa creencia que te acompaña de que siempre tienes la razón. No seas tan terco/a y aprende a escuchar. Para eso Dios te dio una sola boca y dos oídos. No pierdas energía en proyectos que sabes que no te apasionan. Olvida lo que la sociedad te imponga y empieza a hacer lo que realmente amas.
Ve al médico, proponte una dieta balanceada y toma mucha agua. Si haces esas simples cosas, verás cómo tu salud mejora y poco a poco te vas sintiendo mejor y con más fuerza.
En el amor, recuerda que las relaciones interpersonales deben alimentarse diariamente, por mucho que tus amigos, tu familia o tu pareja te quieran, si tú no demuestras interés por saber de ellos, a la larga se alejarán de ti. El amor es como una planta que si no se riega constantemente, se muere. No lo olvides.