(dpa) – La fotografía digital y la llegada de los teléfonos móviles con cámara han multiplicado la cantidad de fotos que se toman y guardan a diario. Solo muy pocos fotógrafos aficionados borran alguna de ellas. Y así, el revoltijo de imágenes en la nube o en el ordenador crece inexorablemente.
Sin embargo, se puede hacer algo al respecto. «Hago solo determinadas fotografías y prefiero producir pocas, pero todas de acuerdo con mis exigencias y estándares de calidad», señala el fotógrafo alemán Daniel Wollstein. «En mi trabajo, me oriento en dirección a la fotografía analógica», asevera.
Para tener bajo control la cantidad de fotos tomadas y guardadas se necesita mantener una estricta higiene fotográfica. «Para instantáneas y recuerdos, 200 fotos al año suelen ser suficientes», opina Thomas Gerwers. «Pero entonces, estas deberían ser de buena calidad», añade. Para evitar desde el principio la acumulación de fotos y tener que pasar horas clasificándolas, el redactor jefe de la revista especializada alemana «Profifoto» aconseja también pensar dos veces antes de hacer la foto.
Christine Bruns, de la revista especializada alemana «c’t Fotografie» aconseja ver las fotos inmediatamente o al menos el mismo día después de hacerlas. Las pantallas de las cámaras y los móviles son suficientes para una evaluación aproximada. «Yo borro inmediatamente las fotos que han salido mal y las que no me gustan», asevera Bruns.
Thomas Gerwers selecciona sus fotos según criterios técnicos, como la exposición y la nitidez, pero también según su instinto. «Una foto tiene que gustarme y decir algo, entonces me la quedo». Este enfoque es, por supuesto, muy subjetivo: «Las fotos pueden tener un efecto muy emocional y significar mucho para un espectador, mientras que carecen de sentido para otro», explica el profesional.
La regla básica es, por supuesto, conservar solo las mejores fotos. Gerwers explica que, en el caso de los retratos, por ejemplo, hay que asegurarse de que la persona fotografiada tenga los ojos abiertos y de que, en general, salga bien en la foto. Además, añade, la evaluación es más fácil poco después de tomar la foto que más tarde.
Para estructurar más la colección de fotografías, se recomienda utilizar metadatos que son incrustados en las imágenes en forma del llamado archivo Exif. Esto se hace en parte en la cámara o automáticamente en el móvil, al menos en lo que se refiere a la fecha y la hora. El nombre del autor también puede ser útil.
A las personas que toman muchas fotos, Christine Bruns también les recomienda que utilicen un programa fotográfico en su ordenador para escribir palabras clave en los metadatos de las imágenes. Estas pueden ser nombres de personas, lugares, descripciones de motivos o incluso estados de ánimo.
Las palabras clave cortas, como las que se utilizan como hashtags en Instagram y otras redes sociales, son suficientes. «Al compartir las fotos en plataformas sociales, estos datos son eliminados automáticamente por ellas», explica Thomas Gerwers.
Christine Bruns también se toma la molestia de dar a cada archivo fotográfico un nombre apropiado para la ocasión y guardarlo en una carpeta con el mismo nombre. «Así me resulta más fácil encontrar las fotos incluso años después», señala. Tanto las imágenes en formato RAW (sin procesar) como los archivos fotográficos editados se guardan a su vez en subcarpetas.
Los duplicados se eliminan con la misma constancia que las fotos borrosas o mal expuestas. La dilación y la vacilación están fuera de lugar: «Nunca lamento haber borrado una foto. Una selección coherente suele ser la mejor elección», afirma el fotógrafo Wollstein.
Los programas para administrar fotos pueden ayudar en el proceso de selección y a menudo sirven también como «cuarto oscuro digital» de mejora de la imagen. Con un sistema de estrellas, la mayoría de los programas permiten filtrar gradualmente las mejores fotos.
En primer lugar, todas las fotos que a uno le gustan se marcan con una estrella. En la segunda ronda, las mejores fotos reciben dos estrellas, el resto va a la papelera digital. Y así sucesivamente hasta que en la quinta ronda solo queden las mejores fotos. «El sistema de estrellas facilita mucho el trabajo y es de gran ayuda en el proceso de selección», afirma Thomas Gerwers.
Los fotógrafos aficionados encontrarán en el mercado innumerables programas gratuitos para administrar fotos. «Adobe Bridge», «Ashampoo Photo Commander Free», «XNView» o los programas «Fotos» integrados en Windows y MacOS sirven para ver y ordenar imágenes, y en la mayoría de los casos, estas también se pueden editar. Los metadatos también pueden modificarse.
A la hora de buscar fotos concretas, también pueden ayudar los programas de compra o suscripción que reconocen contenidos y ofrecen más opciones de edición. Entre ellos se encuentran «Adobe Lightroom», «Skylum Luminar Neo», «Excire Foto», «ACDSee Photo Studio», «Cyberlink PhotoDirector 365», «Zoner Photo Studio» o «Magix Photo Manager Deluxe».
Estos programas permiten reconocer rostros y asignarlos a personas, por ejemplo, de modo que se puede prescindir en parte de los metadatos y, en su lugar, filtrar las fotos según determinados criterios. El servicio «Google Fotos», que es gratuito (hasta 15 gigabytes de espacio de almacenamiento), también puede reconocer personas.
Por Fabian Hoberg (dpa)