Berlín, 20 ene (dpa) – Postdam, la ciudad palaciega cercana a Berlín en la que otrora residió la realeza prusiana, acaba de sumar una nueva joya a su importante legado cultural.
La inauguración este viernes del nuevo Museo Barberini es en sí una gran noticia. A ella se suma además el hecho de que la reconstrucción del antiguo Palacio Barberini, eficicio barroco del siglo XVIII, no ha costado ni un centavo a las arcas públicas.
El multimillonario Hasso Plattner, cofundador del gigante informático SAP ha sido quien ha abonado la factura.
Postdam es un polo turístico conocido internacionalmente desde hace décadas por sus atractivos arquitectónicos entre los que destacan el palacio de Sans Souci, el barrio holandés, la colonia rusa Alexandrowka -con sus típicas casas de madera- o el palacio de Cecilienhof, donde Churchill, Truman y Stalin, cómo líderes de las potencias vencedoras, acordaron la repartición de Alemania tras vencer en la Segunda Guerra Mundial.
La andadura del nuevo museo que se ampliará la oferta cultural de Postdam y, por extensión, de Berlín comenzará con un programa que incluye dos exposiciones.
Una de ellas, titulada «Impresionismo: El arte del paisaje», incluye 92 obras de, entre otros autores, Claude Monet, Pierre-August Renoir y Gustave Caillebout.
La segunda de las muestras lleva por nombre «Los clásicos del arte moderno» e incluye la exhibición de 60 piezas de grandes maestros de la pintura tales como Max Liebermann, Auguste Rodin, Emil Nolde, Eduard Munch, Wassily Kandisky y Andy Warhol.
Museos de Israel, San Petersburgo y de París han prestado para tal ocasión algunas de sus obras más destacadas. Las exposiciones permanecerán abiertas al público hasta el próximo 28 de mayo.
Por el momento, la expectación se centra principalmente en el propio edificio, cuyo coste de reconstrucción no ha querido ser revelado por el magnate.
El inmueble, construido entre 1771 y 1772 por encargo del rey Federico II, fue destruido por los aliados en abril de 1945 durante un ataque aéreo.
Después de la guerra, con Postdam formando parte de la Alemania Oriental dominada por los comunistas, el palacio apenas vivió cambios y no fue hasta el año 1989 cuando el Gobierno comenzó a construir lo que pasaría a ser un teatro y una sala de conferencias, dándose la circunstancia de que tan solo unos meses después cayó el Muro de Berlín y la reconstrucción del edificio pasó de nuevo al olvido.
En 2013, el multimillonario Plattner, retomó el proyecto a través de su fundación e impulsó una réplica exacta del palacio barroco original. Lo rebautizó con el nombre de Museo Barberini y decidió dedicar sus 2.800 metros cuadrados a la celebración de exposiciones y eventos.
Las obras terminaron en noviembre del año pasado, momento en el que decidió abrir el inmueble, todavía vacío, al público durante un fin de semana. Más de 24.000 personas no quisieron perderse la oportunidad.
«El museo más bonito de Berlín ahora está en Postdam», exclamó uno de los visitantes en aquel entonces. Otros no pudieron evitar que se les escapara un par de lágrimas al contemplar el magno edificio que cuenta con techos de seis metros de alto.
Tras las primeras emociones y en vísperas de que el edificio se presente oficialmente al público con dos exposiciones de peso, las dudas que surgen ahora se centran en saber qué muestras albergará el edificio en el futuro y si, de facto, se convertirá en un competidor de los museos de Berlín.
«Vamos a esperar y a ver. Todavía estamos empezando», declaró la portavoz del Museo Barberini, Johanna Koehler.
Lo cierto es que desde la institución esperan que los amantes del arte que visiten la capital alemana hagan ahora una escapada para acercarse a Potsdam. «No creo que nos vayamos a robar (visitantes) unos a otros, creo que nos vamos a apoyar unos a otros», añadió la vocera.
El museo tiene previsto albergar tres exposiciones al año en las que también se expondrán obras que pertenecen a la colección privada de Hasso Plattner, integrada por unas 250 piezas de arte impresionista.
El magnate también ha adquirido en los últimos años trabajos de artistas de la antigua Alemania del Este.
Plattner no será el único multimillonario del sector del software que mostrará su colección. «Va a haber otro coleccionista que cederá su colección privada a Postdam: su nombre es Bill Gates», reveló la portavoz.
Por Gudrun Janicke