(dpa) – El proceso de reestructuración para reflotar a la deficitaria automotriz alemana Opel no contempla ni despidos de personal ni cierre de plantas productivas, comunicó hoy el grupo francés PSA, propietario también de las marcas Peugeot y Citroën, que en marzo adquirió a la compañía con sede en Rüsselsheim.
Coincidiendo con la presentación oficial del llamado «Plan de los 100 días», concebido tras la compra de Opel a General Motors, la multinacional gala señaló que evitará desprenderse de trabajadores utilizando los mecanismos que la ley ofrece a empresas que arrastran pérdidas de forma continuada y avanzó que reducirá costes laborales a través de indemnizaciones, de jubilaciones parciales y de la adopción de herramientas de innovación.
«Los cambios deben empezar en la cúspide», declaró ante la prensa el presidente de Opel, Michael Lohscheller, para a continuación anunciar que el cuadro directivo de la automotriz estará integrado en el futuro por seis miembros, en vez de los nueve actuales.
«Debe quedar muy claro que por ahora solo hemos puesto en marcha un cinco por ciento del plan y tenemos todavía por delante un 95 por ciento», aseguró por su parte el presidente ejecutivo del Grupo PSA, Carlos Tavares, quien calificó la actual situación de Opel de «dramática».
«No podemos perder más tiempo, tenemos que avanzar de inmediato», agregó el directivo portugués.
Los planes de saneamiento que se llevarán a cabo en Opel siguen, sin embargo, sin ser públicos, porque su diseño y los plazos para acometer futuros cambios están siendo en la actualidad objeto de negociaciones con los empleados.
El objetivo de PSA de aquí a 2020 es reducir costes por valor de 1.100 millones de euros anuales (1.275 millones de dólares) mediante una producción más ajustada y la ejecución de compras conjuntas. Además, implementará en el corto plazo la tecnología que utiliza su matriz francesa y que, según cálculos de la compañía, permitirán reducir en 700 euros los costes de producción por automóvil.
Asimismo, Opel tiene previsto entrar de lleno en el negocio del vehículo eléctrico y sacar al mercado cuatro modelos basados en esta tecnología en 2020. Además, hasta 2022 pretende desembarcar en 20 nuevos mercados-
El comunicado emitido hoy tranquiliza también a los trabajadores de la planta española de Figueruelas, en Zaragoza, que esperaban con nerviosismo y expectación la información proveniente de Alemania.
En marzo, tras hacerse pública la noticia de la adquisición de Opel por parte del grupo automotor galo, Tavares elogió el funcionamiento de las plantas existentes en España y se mostró seguro de que juntos se conseguirá un mejor rendimiento.
La automotriz Adam Opel AG lleva sin generar ganancias desde 1999 y tampoco en 2016 consiguió entrar en la zona de beneficios. Por el contrario, las pérdidas operativas fueron el año pasado de unos 257 millones de dólares (241 millones de euros), si bien el resultado fue mucho mejor que en 2015, cuando el rojo había ascendido a 813 millones de dólares.
Opel y Vauxhall, la compañía británica que también hasta marzo de este año pertenecía a General Motors y fue adquirida por PSA, tienen en la actualidad unos 38.000 empleados en siete países europeos, de ellos más de 19.000 en Alemania.