Hamburgo, 7 jun (dpa) – Una expedición de tres meses de la organización de protección medioambiental Greenpeace descubrió pequeñas partes de plásticos y químicos contaminantes en la Antártida, informó hoy la ONG en Hamburgo.
En siete de ochos muestras de agua que recogieron los expertos de la misión, llevada a cabo a principios de año, se encontraron restos de microplásticos procedentes, por ejemplo, de ropa o redes de pescar, indicó Greenpeace. Además, en siete de nueve muestras de nieve se encontraron químicos nocivos conocidos bajo las abreviaturas de PFAS o PFC, que se usan, por ejemplo, en ropa deportiva como revestimiento y que se quedan durante años en el medio ambiente.
«Nos gusta imaginarnos la Antártida como una zona salvaje intacta, pero también esta zona perdida del mundo está contaminada con productos nocivos de la industria textil y residuos de plástico», declaró Thilo Maack, experto marino de Greenpeace.
De acuerdo con datos de la ONG, solo existen unas pocas investigaciones al respecto en la Antártida, mientras que el Ártico está mucho más analizado.
Microplásticos y sustancias nocivas químicas son transportadas por el viento y las corrientes marinas, así como por la atmósfera hasta remotas regiones y se quedan en el medio ambiente en algunos casos durante décadas. Además, a través de la cadena alimenticia pueden llegar a animales como pingüinos, focas y ballenas.
Junto con las muestras de microplásticos, Greenpeace encontró también entre el hielo deshechos plásticos procedentes del mundo de la pesca como boyas, redes y lonas. «En todas partes en nuestros océanos se encuentra plástico, desde la Antártida a través del suelo marino hasta el Ártico», alertó Maack.
«Los Gobiernos deben poner en marcha medidas y aplicarlas para que estas sustancias nocivas no acaben en los mares». La propuesta de prohibición de la Unión Europea (UE) contra el plástico de un solo uso podría ser solo el principio.