El consejero de Educación y Cultura del Gobierno asturiano, Genaro Alonso, se ha comprometido este miércoles a negociar y convocar ofertas de empleo público con el número máximo de plazas que permita la tasa de reposición fijada por la ley de Presupuestos Generales del Estado. «Con esta política podremos paliar los corsés que en los últimos años el Gobierno estatal ha impuesto al sector público educativo», ha dicho.
En la comisión parlamentaria celebrada en la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) en la que ha expuesto sus objetivos para la legislatura, Alonso ha dicho que impulsará el empleo docente de calidad para «reducir las tasas de interinidad acumuladas en los últimos años».
El objetivo, ha explicado, es asegurar la dotación de plantillas «estables»y con continuidad en todos los centros públicos. También quiere facilitar las oportunidades de ingreso en la función pública docente de los nuevos titulados universitarios «con el consiguiente rejuvenecimiento de las plantillas».
Otra de las intenciones de esta legislatura es la de revisar y actualizar la red de centros, con criterios que respondan a un sistema educattivo «sostenible», con especial atención a la escuela rural y la Formación Profesional (FP).
En este aspecto, el Gobierno asturiano tiene previsto impulsar la FP mediante acuerdos con empresas. También se aumentará la programación de cursos de formación para el empleo en los institutos. En colaboración con la Consejería de Empleo se trabajará en el Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales y se firmarán convenios con las cámaras de comercio y con empresas.
Siguiendo en materia de educación, ha explicado que tiene previsto avanzar en la gratuidad de los materiales curriculares, extendiendo el programa de préstamos de libros de texto. Los materiales curriculares y libros de texto subvencionados serán siempre reutilizables, ha aclarado.
Por lo que respecta a la educación de 0-3 años, Alonso ha dicho que la red se irá implantando de manera progresiva y que sus esfuerzos se centrarán en la búsqueda de un modelo de gestión «más eficiente y sostenible», que surja del consenso de todos los agentes implicados. «Esta legislatura ha aumentado el número de aulas y se han reforzado las plantillas, a pesar de la disminución de la matrícula», ha dicho.
Genaro Alonso no ha ocultado que no le gusta la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), pero ha dicho que se debe al principio de «lealtad» y tendrá que cumplir con la legislación, tratando, eso sí, de «aminorar los efectos perversos» que se derivan de su aplicación.