Bronnitsy (Rusia), 24 jun (dpa) – Presionada por la urgencia de conseguir la clasificación a octavos de final, Argentina está a un paso de cambiar de arquero en medio de un Mundial y Franco Armani aparece como el elegido para el decisivo partido con Nigeria el martes por el Grupo D.
Armani nunca jugó un partido oficial con la selección, pero los errores de «Willy» Caballero llevaron al técnico Jorge Sampaoli a pensar en reemplazarlo.
El portero suplente del Chelsea, de 36 años, ya había dejado muchas dudas en su debut mundialista ante Islandia. Y su suerte quedó sellada por el error grosero que le dio el primero de los tres goles a Croacia y que significó un golpe del cual Argentina no se pudo recuperar. Desde entonces, Caballero vive una pesadilla porque además se convirtió en blanco de una ola de agresiones e insultos en las redes sociales.
Su posible reemplazante es el protagonista de un extraño fenómeno en la selección. Hasta hace muy poco tiempo, Armani era un total desconocido para la mayoría de los aficionados argentinos pero llegó a principios de año a River Plate desde el Atlético Nacional de Colombia y en pocos meses se ganó el apoyo popular a fuerza de solidez y carácter para blindar la valla «millonaria».
Como pocas veces antes, hinchas y medios comenzaron una campaña para que el arquero de 31 años fuera convocado a la selección y Sampaoli les hizo caso.
La portería argentina es desde hace meses tema de discusión, cuando el histórico Sergio Romero comenzó a ser cuestionado por su falta de continuidad en el Manchester United, donde es suplente, y empezó a crecer la figura de Armani.
Sampaoli decidió probar a Caballero en amistosos y la crisis se aceleró con la lesión que sufrió Romero, el arquero con más presencias en la selección albiceleste, en un entrenamiento del equipo al día siguiente de conocerse la lista jugadores para el Mundial.
El técnico decidió no esperar su recuperación y optó por Caballero como guardametas titular, afirmando que llevaba ya varios meses acompañando a la selección y tenía la virtud de jugar bien con los pies, aunque es finalmente un error por esa vía el que podría poner fin a su ciclo en Rusia 2018. En tanto, sumó a Nahuel Guzmán, del Tigres de México, como tercer arquero.
La trayectoria de Armani es por lo menos curiosa. Debutó en 2007 en la segunda división argentina en Ferro Carril Oeste y luego jugó en Deportivo Morón, desde donde saltó sin escalas al Atlético Nacional de Medellín. Allí comenzó a construir una gran carrera y fue pieza clave en la conquista de once títulos nacionales, la Copa Libertadores 2016 y la Recopa Sudamericana 2017. Al poco tiempo de regresar a Buenos Aires, sumó a su palmarés la Supercopa Argentina con River Plate.
Ahora parece haberse ganado un lugar, aunque le tocaría defender la valla argentina en el partido más complejo, ya que estará en juego la clasificación o la eliminación en primera ronda del Mundial de Rusia 2018, en medio de una crisis de confianza en todo el plantel.
Pero Caballero también recibió el respaldo de varios especialistas. El ex arquero argentino Sergio Goycochea pidió no destruirlo con las críticas. «Tampoco vamos a caerle como que entregó las llaves de la Argentina», dijo Goycochea tras participar del Segundo Simposio del Fútbol Sudamericano organizado por la Conmebol en Moscú.
«Es una jugada en la que tomó una mala decisión y que la terminó técnicamente en forma defectuosa. Pero es un error futbolístico, nada más», dijo el legendario ex arquero argentino, que con sus atajadas llevó al equipo sudamericano a la final del Mundial de Italia 1990 y a la conquista de la Copa América en 1991 y 1993. Goycochea también era suplente cuando surgió su gran oportunidad en Italia ’90 por la lesión de Nery Pumpido.
El ex portero paraguayo José Luis Chilavert, campeón intercontinental de clubes con Vélez Sarsfield, también lo respaldó. «Querido Willy Caballero, usted es un ganador, los mejores también nos podemos equivocar, pero no pares a perder tu tiempo con los mediocres que te critican, que nunca vivieron el éxito como tú», escribió.
En cambio, el portero de la selección argentina campeona del mundo en 1978 Ubaldo Fillol consideró que Caballero «tomó un riesgo innecesario». «Hace rato que se quiere instalar que el arquero está obligado a jugar bien con los pies. Es un concepto erróneo: el arquero, antes que nada, tiene que saber atajar», sostuvo.
Por Cecilia Caminos (dpa)