La Fundación Asturiana de Atención y Protección a Personas con Discapacidades y/o Dependencias (Fasad) impulsa un proyecto de innovación social para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual a través de la enseñanza inclusiva y las nuevas tecnologías.
La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, ha visitado esta iniciativa, denominada Factoría de Inclusividad, que se puso en marcha en el Centro de Adultos La Arboleya, en Meres (Siero), en noviembre de 2023 con un presupuesto de 200.000 euros financiados con fondos europeos Next Generation a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).
La Factoría de Inclusividad se configura como un espacio de experimentación que incluye varios programas en los que se prueban nuevos métodos de trabajo y herramientas digitales con el fin de favorecer la inclusión. Se trata de los siguientes:
- Impresión 3D de ayudas técnicas. Este taller permite crear objetos tridimensionales de manera eficiente y personalizada para atender las necesidades de personas con discapacidad intelectual.
- Impresión 3D de alimentos. La impresión 3D ofrece valiosas soluciones para personas con disfagia, una condición que dificulta la deglución. Esta tecnología posibilita la creación de alimentos más suaves o espesos, según las necesidades, y más atractivos para mejorar la experiencia gastronómica. También permite ajustar texturas y tamaños para evitar riegos de asfixia.
- Desarrollos audiovisuales. Este proyecto plantea la producción de material audiovisual del que se beneficiarán las casi mil personas usuarias de los diferentes recursos de Fasad. Se trata de elaborar películas, vídeos o programas de radio para materializar algo tan abstracto como una idea, lo que exige el desarrollo de la creatividad y el trabajo en grupo.
- Realidad virtual. La realidad virtual ofrece oportunidades para el aprendizaje a las personas con discapacidad, dado que permite adquirir nuevas habilidades en entornos seguros y controlados. Estas herramientas digitales facilitan, por ejemplo, la capacitación laboral, al tiempo que permiten anticipar escenarios y familiarizarse con situaciones que pueden resultar estresantes, con el fin de reducir las dificultades de adaptación.
Balance provisional de resultados
Todas estas iniciativas que están en marcha en La Arboleya han supuesto un cambio significativo en las rutinas del centro y muestran ya resultados muy positivos. Hasta ahora se han desarrollado 38 sesiones de formación, impartidas por una decena de profesionales, en las que han participado 270 personas con discapacidad intelectual.
Además, se han elaborado cuatro audiovisuales con software basado en inteligencia artificial y se han diseñado e impreso en tres dimensiones 20 herramientas de ayuda técnica que facilitan la vida de las personas con discapacidad intelectual, por ejemplo, dos tipos de abrebotellas, un dispensador de gotas, un instrumento para aprovechar al máximo los tubos de pasta de dientes o una guía de lectura.
Este es un primer balance provisional, pero a finales de abril se presentará un informe más detallado sobre esta primera fase, al tiempo que se expondrán los resultados y aplicaciones derivadas del proyecto. La segunda fase, que consistirá en profundizar sobre el desarrollo de estas nuevas aplicaciones, se prolongará hasta diciembre de 2025.
La Factoría de Inclusividad forma parte del programa Texu, que propone ecosistemas de innovación para lograr un cambio cualitativo en el modelo de servicios sociales y se enmarca en el convenio entre el Principado y el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 para la ejecución de iniciativas con cargo al MRR.