Dresde (Alemania), 7 feb (dpa) – El movimiento islamófobo y xenófobo Pegida volvió a reunir el sábado a miles de personas en su feudo de Dresde, este de Alemania, pero su convocatoria para marchar en otras ciudades europeas atrajo a menos seguidores de lo esperado.
La plataforma, que lleva las siglas de «Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente», quiso explotar la tensión por la crisis de refugiados para intentar expandirse al resto del continente y convocó una jornada con el lema «Fortaleza Europa» en varios países.
Cerca de 8.000 personas se unieron al acto central en Dresde, menos de las 25.000 esperadas por la policía. Un amplio despliegue de seguridad evitó enfrentamientos entre los seguidores de Pegida y los cerca de 2.500 contramanifestantes.
«Merkel debe irse» fue el grito más oído en la concentración. La canciller alemana es uno de los principales objetivos de Pegida debido a su política de puertas abiertas que permitió la llegada de 1,1 millones de refugiados el año pasado a Alemania.
El orador central y fundador de Pegida, Lutz Bachmann, no acudió al acto por enfermedad. Tampoco se pudo conectar en directo con las concentraciones en Praga y Bratislava, como estaba previsto, debido a problemas técnicos.
En Praga, donde marcharon unas 1.500 personas contra la inmigracion y la «merkelización» de Europa, se registraron incidentes entre grupos de ultraderecha y de ultraizquierda. Otros 400 manifestantes protestaron contra Pegida y pidieron solidaridad con los refugiados.
El movimiento «Fortaleza Europa» no llegó a reunir más que unos pocos cientos de manifestantes en otras concentraciones convocadas en Polonia, Francia, Reino Unido o Dinamarca. En Calais y Copenhague se produjeron disturbios aislados y detenciones.
Tatjana Festerling, una de las líderes de Pegida, viajó a Varsovia para participar en un acto de nacionalistas polacos.
En su discurso recordó la lucha de «Polonia, Lituania, Sajonia y Austria» contra los turcos en el siglo XVII. «Libremos juntos la lucha contra la islamización», invitó a los asistentes.
Pegida ya intentó en el pasado extender sus ramas al resto de Europa, hasta ahora sin éxito. El islamófobo holandés Geert Wilders fue el único líder de peso que acudió el año pasado a un acto de la plataforma. Otros partidos de la derecha populista europea evitaron por el momento dar su apoyo al movimiento alemán.