(dpa) – Aunque en la Bundesliga está mostrando una superioridad incontestable, el Borussia Dortmund encontró sus propios límites en la Liga de Campeones.
El conjunto alemán perdió el martes 3-1 en casa con el Real Madrid y quedó en una situación muy comprometida transcurridas apenas dos jornadas. Tras ceder en su debut por idéntico resultado ante el Tottenham, el Dortmund no tiene puntos, mientras que españoles e ingleses cuentan seis. El Apoel, el otro integrante del grupo, tampoco suma ninguna unidad.
Ya no se puede permitir ningún tropiezo el Dortmund si no quiere quedarse fuera de los octavos de final de la Champions. Pocos se imaginarían esta situación si se atiende a los números del equipo amarillo en la Liga alemana. Es el líder con 16 puntos en seis jornadas, está invicto y cuenta con 19 goles a favor y uno en contra.
«Todavía quedan cuatro partidos», indicó con cierto halo de esperanza el entrenador del Dortmund, el holandés Peter Bosz, el martes por la noche. «Y vamos a intentar ganar esos cuatro partidos».
Los dos siguientes marcarán en gran medida las aspiraciones europeas del Dortmund. Serán ante el Apoel, el 17 de octubre en Chipre y el 1 de noviembre en Alemania: dos victorias le meterían de lleno en la pelea.
«Es importante que ganemos ahora esos dos partidos ante el Apoel y después veremos cómo quedan los partidos entre Real Madrid y Tottenham», explicó Bosz.
El Dortmund tuvo ocasiones para adelantarse ante el Real Madrid y reclamó un penal por mano de Sergio Ramos cuando el partido estaba 0-0. Sin embargo, el cuadro visitante encontró muchos espacios en la defensa rival y aprovechó mucho la potencia de sus delanteros.
«Jugamos ante un muy buen equipo y no estuvimos a su nivel», admitió Bosz. «Sí, con 0-0 hubo una mano clara, pero el Real Madrid fue mejor que el Dortmund y mereció ganar».
«Cuando quieres jugar como nosotros, tienes que presionar bien. No creo que nuestro problema fuera la defensa, sino el equipo en su conjunto. Si los delanteros y los medios no presionan de la manera adecuada, todo se complica para la defensa».
Y el martes se complicó. El Real Madrid leyó a la perfección la estrategia del Dortmund y pudo haber dejado Alemania con una renta de goles mucho mayor que el 3-1.
«Hemos analizado bien al Borussia. Han jugado como lo suelen hacer en casa: muy abiertos. Han pensado que así podríamos tener dificultades, pero nos ha venido bien», admitió el técnico blanco, el francés Zinedine Zidane.
«El Real Madrid aprovechó sus oportunidades y nosotros no», opinó por su parte el centrocampista del Dortmund Mario Götze. «No pudimos hacer lo que quisimos cuando tuvimos la pelota».
Bosz, que reemplazó esta temporada a Thomas Tuchel, recibió muchos elogios en Alemania en el primer mes de la Bundesliga. A pesar de la salida de Ousmane Dembélé, el equipo no se debilitó y contó con refuerzos de categoría, como los de Jeremy Toljan, Andrey Yarmolenko, Maximilian Philip, Dan-Axel Zagadou, Mahmoud Dahoud y Ömer Toprak .
Pero mientras el Dortmund arrasa a sus rivales en la Bundesliga -no jugó aún contra ninguno de los siete primeros-, su fútbol ofensivo está encontrando antídoto en Europa.
«Tenemos la calidad para avanzar de ronda», indicó sin embargo el defensa griego Sokratis Papastathopoulos. El equipo de Bosz, que sabe lo que es ser campeón del torneo, quiere dar pronto vuelta a la página.
Por Holger Schmidt y Derek Wilson