Berlín, 30 jun (dpa) – Dinamarca y expertos de toda Europa, incluidos los alemanes, se mostraron descontentos con dos decisiones del arbitraje asistido por vídeo (VAR) que favorecieron a Alemania en su victoria por 2-0 en los octavos de final de la Eurocopa 2024.
Pero a pesar de la polémica, Dinamarca y los mismos expertos reconocieron en general que Alemania mereció ganar, en gran parte gracias al talento desplegado por Jamal Musiala en la noche del sábado.
Su gol en el minuto 68, que supuso el 2-0, hizo superfluas las disputas precedentes por el gol anulado a Dinamarca y el penal transformado por Kai Havertz, que supuso el 1-0 para Alemania.
El pase largo del central Nico Schlotterbeck, que espera mantener su puesto cuando Jonathan Tah cumpla su sanción, fue excepcional. Pero también lo fue la forma en que Musiala recibió el balón desde tan lejos, se anticipó a su marcador mientras corría hacia él a la perfección y remató tranquilamente a la red.
El joven jugador del Bayern Múnich tuvo una actuación frustrante en el Mundial de Catar, en el que Alemania cayó eliminada en la fase de grupos. Sin embargo, en lo que va de Eurocopa 2024, es el máximo goleador con tres dianas, y es la esperanza del país anfitrión.
Su compañero Florian Wirtz fue sustituido de forma inesperada por Leroy Sané contra los daneses, pero si Musiala hubiera corrido la misma suerte, se habrían producido grandes protestas.
«Siempre he querido estar activo y marcar goles. Estoy contento», declaró Musiala antes de que Alemania se enfrente este viernes a España o Georgia en cuartos de final. «Sé que puedo jugar aún mejor. Los goles me ayudan. Sigo buscando progresar», señaló.
El hecho de que Dinamarca plantara cara hizo que la victoria fuera aún más dulce para Musiala. «Tuvimos ocasiones para ganar el partido. Lo bueno es que estamos creando ocasiones. Otros días entran todas», afirmó.
Pero en el Alemania-Dinamarca también hubo polémica, por el papel del VAR. Joachim Andersen pensó que había adelantado a Dinamarca justo después de la segunda pausa del partido, la primera por una fuerte tormenta eléctrica y la segunda por el descanso entre parte y parte.
El sistema semiautomatizado y el VAR tardaron dos minutos en decidir que la punta del pie de Thomas Delaney estaba justo en fuera de juego en la jugada previa.
«Vergüenza» y «ridículo» fueron las objeciones más comunes de los daneses, que se enfurecieron aún más cuando poco después se dictaminó que el mismo Andersen había tocado con la mano un centro de David Raum al área.
Havertz transformó el penal y, de repente, Dinamarca había pasado de poder ir ganando 1-0 a perder 1-0 en un abrir y cerrar de ojos.
En medio de la tormenta, los periodistas daneses no pudieron evitar lamentar que les cayera como un rayo por dos veces las decisiones del VAR. Incluso los expertos alemanes se mostraron en desacuerdo con la concesión del penal, después de que el árbitro Michael Oliver fuera llamado al monitor por el equipo de revisión por vídeo.
Se confirmó que Andersen había rozado el balón con la mano gracias a la nueva tecnología, en la que un chip en el balón supervisa el movimiento.
Pero el exinternacional alemán Dietmar Hamann escribió en X: «Nunca creí que el VAR fuera a funcionar. Acepté lo bueno y lo malo, pero esta noche es la primera vez que me preocupa seriamente nuestro deporte rey».
«El ‘snicko’ mejoró el críquet, el ‘ojo de halcón’ mejoró el tenis. La tecnología está a punto de arruinar el fútbol», añadió. «Snicko» es el término utilizado para esta tecnología en el críquet, que efectivamente hace un trabajo similar al del chip en el fútbol.
Sin embargo, el excapitán de la selección alemana Michael Ballack se solidarizó con Andersen y declaró: «¿Cómo se supone que va a bajar el brazo a un metro? Ni siquiera puede reaccionar». No obstante, Ballack reconoció que ganó el mejor equipo: «Ha sido una victoria merecida. Los chicos (alemanes) lo hicieron muy bien».
Por Mark Meadows (dpa)