MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) Las lluvias en el presente año hidrológico –que comenzó el 1 de octubre de 2013 y concluirá el 30 de septiembre próximo– han sido un 7 por ciento inferiores al valor normal para el conjunto de España, por lo que se cerrará, probablemente, como «ligeramente más seco de lo normal», según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Así, según ha informado el jefe de Climatología de la AEMET, Antonio Mestre, a falta de dos semanas para acabar el año hidrológico 2013-2014, desde el 1 de octubre pasado hasta el 17 de septiembre de este año, ha llovido en España en torno a 585 litros por metro cuadrado, y hasta el 22 de septiembre 595 litros por metro cuadrado frente al valor normal de 627 litros por metro cuadrado.
Por ámbito geográfico, ha llovido más de lo normal en dos grandes zonas que se extienden por el noroeste y por el nordeste. En concreto, se superan las cantidades normales en Galicia, oeste de Asturias, de Castilla y León y Extremadura, así como la zona noroccidentales de Castilla-La Mancha.
En cuanto al área del nordeste, ha llovido más de lo normal en País Vasco, Navarra, parte de La Rioja, norte de Aragón y de Cataluña y extremo nordeste de Castilla y León. Asimismo, las precipitaciones casi triplican sus valores normales en las islas occidentales de Canarias.
Por el contrario, no se han alcanzado los valores normales en gran parte del país. El déficit de lluvias más importante, se ha producido en el sur de Andalucía y la mayor parte del cuadrante sureste y en las islas orientales de Canarias, donde ha llovido un 75 por ciento del valor normal, o menos (25% de déficit).
DÉFICIT DEL 75% EN EL SURESTE
Mestre ha añadido que la ausencia de precipitaciones es «especialmente notable» en Murcia, centro y sur de Valencia y zonas adyacentes del este de Andalucía y del extremo sureste de Castilla-La Mancha, donde no ha llovido ni la mitad de lo normal, e incluso no se alcanza ni el 25 por ciento de lo habitual en algunas áreas de Murcia y sur de Alicante (75% de déficit).
«En su conjunto, este es un año ligeramente más seco de lo normal, aunque el déficit se ha producido sobre todo en el segundo semestre del año hidrológico y la distribución de las lluvias ha sido muy irregular», ha precisado.
Por estaciones, ha dicho que el otoño solo fue húmedo en el tercio noroeste peninsular y en parte de los dos archipiélagos, mientras que fue «muy seco» en Levante por la «escasez» de temporales de tipo mediterráneo, habituales de la estación.
En cuanto al invierno, ha indicado que comenzó con «claro predominio del tiempo anticiclónico, seco y frío» al principio de diciembre, pero después, hasta final de febrero, abundaron los vientos de poniente, húmedos y relativamente templados, con paso de sucesivas borrascas de origen atlántico. Esto provocó precipitaciones abundante en las vertientes atlántica y cantábrica y escasez de lluvias en el Mediterráneo.
Durante la primavera, las precipitaciones fueron disminuyendo gradualmente mientras subían en latitud las borrascas atlánticas sin que aparecieran apenas situaciones de tipo mediterráneo.
De hecho, según el experto en Climatología, esta estación fue en su conjunta «seca a muy seca» y solo se llegó o superó el nivel normal e Navarra, norte de Aragón, noroeste de Cataluña y algunas áreas de Castilla y León, País Vasco y pequeñas zonas del oeste de Andalucía. Sin embargo, en gran parte del cuadrante sureste peninsular no llovió ni la mitad del valor medio y, por tanto, el déficit se añadió al que ya se acumulaba en otoño e invierno.
Mientras, ha añadido que el verano en su conjunto ha llovido entorno a lo normal para la estación, aunque las precipitaciones se comportaron de forma desigual. De este modo, llovió de forma abundante en el oeste de Galicia y sobre todo en el nordeste peninsular, donde se produjeron tormentas frecuentes, sobre todo en Cataluña. Navarra, norte de Aragón y algunas áreas de la Ibérica. En el resto de España, el verano fue normal o tirando a seco, sobre todo en el cuadrante suroeste, sur de Valencia, suroeste de Castilla y León y gran parte de Baleares y Canarias, donde las lluvias fueron «muy escasas».
OTOÑO FAVORABLE A LLUVIAS EN EL MEDITERRÁNEO
En este contexto, la portavoz de la AEMET, Ana Casals, ha indicado que las lluvias de los últimos días han reforzado la señal de nordeste y norte y, por ello, es donde más ha llovido. Esto se suma a que en el final del verano y el otoño, es una época del año de las que más llueve en las regiones del levante.
Esto se debe a que las capas bajas de la atmósfera son húmedas y cálidas, por lo que «uno de los ingredientes, la convección» está asegurado. «Las tormentas en Levante pueden estar favorecidas por la convección en capas bajas, pero faltan otras condiciones», ha comentado, al tiempo que ha detallado que esta convección se debe a la evaporación continua de agua del mar, que es cálida y ha ido aumentando desde la primavera.
Así, si la circulación atmosférica provoca la inestabilización del aire húmedo y aportar aire frío sobre él se producen tormentas intensas. En todo caso, ha apuntado que la ocurrencia e intensidad de las posibles precipitaciones dependerá de que se den el resto de condiciones dinámicas y térmicas necesarias que son, fundamentalmente la llegada de vaguadas de presión o de depresiones aisladas de niveles altos y, en ese caso la portavoz ha indicado que las precipitaciones «podrían ser abundantes» debido a la suma de calor y humedad desde el mar.
Finalmente, ha destacado las tormentas registradas en este verano en el este peninsular que ha alcanzado días récord de tormentas, con 12 días con tormenta en el trimestre estival en Barcelona; 26 días en San Vicente de Torelló (Barcelona); 14 días en Abadiano (Vizcaya); 9 días en Elduayen (Guipúzcoa), ó 19 días en Las Planas de Hostolés (Gerona).