(EP) – Estados Unidos ha ordenado a todos sus funcionarios del Gobierno que no sean de emergencia y a sus familiares que abandonen Birmania porque su seguridad «es la máxima prioridad» para Washington.
El Departamento de Estado ha confirmado esta decisión, aunque ha remarcado que «la Embajada permanecerá abierta al público y seguirá brindando una gama limitada de servicios consulares tanto a ciudadanos estadounidenses como a solicitantes de visas debido a las restricciones por la COVID-19», informa CNN.
En este sentido, un portavoz del departamento citado por CNN ha insistido en que piden «a los ciudadanos estadounidenses que evalúen sus propias circunstancias personales, al tiempo que consideran cuidadosamente que la reducción de la misión podría tener impactos futuros en nuestra capacidad para ayudar a los ciudadanos estadounidenses».
En caso de que decidan abandonar el país asiático, «deberían hacerlo tan pronto como sea posible», ya que en estos momentos «los vuelos comerciales todavía están disponibles».
Este martes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha vuelto ha condenar «en los términos más enérgicos» la violencia que se ha desatado en Birmania tras el golpe de Estado del pasado 1 de febrero y la represión por parte de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes.
«Seguimos pidiendo al régimen militar que libere a todas aquellas personas que han sido detenidas injustamente; detenga sus ataques contra miembros de la sociedad civil, periodistas, sindicalistas; detenga los asesinatos cometidos por sus fuerzas de seguridad; y devuelva al poder el Gobierno elegido democráticamente», ha urgido Blinken.