Estados Unidos reabre el Gobierno tras 40 días de cierre, tras un acuerdo bipartidista en el Senado que permite reactivar servicios esenciales y normalizar actividades federales en todo el país.

Tras un acuerdo alcanzado en el Senado estadounidense, se puso fin al cierre del Gobierno más prolongado en la historia del país. Con esta decisión se reactivaron los servicios esenciales, los empleados públicos regresaron a sus puestos y comenzó la normalización de actividades tras 40 días de paralización federal.
Acuerdo bipartidista para financiar el Gobierno
La Cámara Alta aprobó con 60 votos a favor un paquete de financiamiento provisional que extiende los fondos gubernamentales hasta el 30 de enero. La medida contó con el respaldo de senadores de ambos partidos, incluidos ocho demócratas centristas que condicionaron su apoyo a una futura votación sobre los subsidios del Affordable Care Act. El texto pasará ahora a la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana es limitada.
El acuerdo incluye la restauración del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que beneficia a más de 42 millones de personas, y la reversión de los despidos masivos efectuados durante el cierre. “No todos mis colegas están satisfechos con este acuerdo, pero esperar otra semana o un mes no mejoraría el resultado”, afirmó la senadora Jeanne Shaheen, una de las negociadoras.
Transporte aéreo y servicios federales afectados
El transporte aéreo fue uno de los sectores más perjudicados. Según datos de FlightAware, el 9 de noviembre se cancelaron casi 3.000 vuelos y se registraron más de 10.000 retrasos. Un día después, las cancelaciones superaron las 1.400 operaciones. El secretario de Transporte, Sean Duffy, alertó de que la situación “solo va a empeorar” ante la sobrecarga de los controladores aéreos, que trabajaron sin salario.
Para aliviar la crisis, el Departamento de Transporte ordenó a las aerolíneas reducir un 10% de sus operaciones en 40 aeropuertos de gran tráfico. Delta, Southwest y SkyWest encabezaron las cancelaciones, con O’Hare (Chicago) y Hartsfield-Jackson (Atlanta) entre los aeropuertos más afectados.
El cierre también interrumpió el pago de sueldos, el funcionamiento de guarderías, la entrega de beneficios a veteranos y las operaciones del Departamento de Agricultura. “Soy optimista de que, tras casi seis semanas de cierre, podremos ponerle fin”, declaró el senador John Thune en el pleno del Senado.
El presidente Donald Trump celebró el acuerdo a su regreso de Florida: “Parece que estamos cerca de terminar con el cierre”, afirmó ante la prensa. No obstante, persistieron críticas. El líder demócrata Chuck Schumer votó en contra y señaló que la medida “tomó como rehenes” a familias, veteranos y niños al suspender ayudas alimentarias.
Una vez que la Cámara Baja apruebe el paquete, se procederá al pago retroactivo de salarios y a la reapertura progresiva de las agencias afectadas. Sin embargo, la medida no descarta una nueva parálisis en enero, cuando finalice este tramo de financiación temporal.
Con información de NotiPress.
