El ministro Óscar López defendió en la Cumbre de Soberanía Digital Europea, celebrada en Berlín, que Europa debe invertir en sí misma para reforzar su soberanía digital.

“Necesitamos apostar por empresas europeas. Frente a las grandes tecnológicas norteamericanas, frente al modelo chino hay un modelo europeo, que hace compatible la regulación con la innovación», señaló.
Para el ministro, «no se puede tener soberanía física sin tener soberanía digital, no se pueden diferenciar», y «Europa necesita una nube soberana, datos propios, soluciones propias de ciberseguridad, capacidad para proteger los datos de sus ciudadanos, con especial atención a los derechos de los menores”.
La Cumbre de Soberanía Digital Europea, impulsada por Alemania y Francia, reunió este martes en Berlín a ministros europeos de economía, industria y digitalización; representantes de la Comisión Europea, de empresas tecnológicas europeas, startups, centros de investigación y administraciones públicas, así como de organismos de normalización y ciberseguridad.
Los debates giraron en torno a la definición de una estrategia europea común de soberanía digital que impulse proyectos industriales conjuntos en áreas críticas como la nube, la IA o los semiconductores y refuerce la autonomía estratégica europea tecnológica frente a EEUU y China.
REGLAS CLARAS
Óscar López abogó en su intervención por el diseño y producción de componentes tecnológicos clave en Europa, bajo estándares europeos, e instó a generar grandes alianzas industriales que aúnen a grandes empresas, startups y el mundo de la investigación.
Como ejemplo de colaboración público-privada, citó el caso de éxito de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), que coinvierte en tecnologías digitales disruptivas como los modelos sostenibles de IA de Multiverse o el diseño de semiconductores fotónicos de la empresa Sparc en Vigo. El Gobierno español está financiando también el futuro Centro de Desarrollo e Innovación en Microelectrónica de Málaga, la primera instalación de ‘sala blanca’ avanzada de investigación y desarollo de la empresa belga Imec fuera de Bélgica, un proyecto que reforzará la autonomía estratégica europea en el ámbito de los semiconductores.
El ministro reclamó también que Europa se dote de reglas claras, predecibles y flexibles en materia tecnológica. Bajo su punto de vista, la regulación, lejos de constituir un obstáculo, puede representar una ventaja competitiva, porque unas reglas claras, justas y confiables fomentan la innovación.
“La soberanía digital no consiste en construir muros, sino confianza. Confianza en que las tecnologías que usamos sean justas, inclusivas y genuinamente europeas. En definitiva, la soberanía digital y la competitividad son dos caras de la misma moneda: la soberanía sin innovación significa proteccionismo; la innovación sin soberanía es dependencia”, concluyó Óscar López.
