Madrid, 4 jul (dpa) – El último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alerta que España está sufriendo un estancamiento salarial y un aumento de la pobreza a pesar de la mejoría en los niveles de empleo.
El estudio señala que las condiciones en el mercado laboral español han mejorado ininterrumpidamente aunque todavía no ha llegado a los niveles anteriores a la crisis económica.
«El empleo, en porcentaje de la población de 15 a 74 años, subió en 5 puntos porcentuales desde su punto más bajo en 2013, pero, con un 53,7%, es todavía 5 puntos inferior a su nivel pre-crisis», apunta.
También se señala la continua disminución del desempleo «en más de 10 puntos porcentuales desde 2013» pero con matices: «sigue siendo el segundo más alto de la OCDE y está aún unos 7 puntos porcentuales por sobre su nivel pre-crisis».
Por otra parte, la OCDE alerta la de la caída de los salarios reales, que «disminuyeron un 0,4% entre el cuarto trimestre del 2016 y el cuarto trimestre del 2017», y señala como factores motivantes «la importante y creciente parte de trabajadores en empleos mal pagados o a tiempo parcial involuntario».
En cuanto a la calidad del empleo y la inclusividad, la OCDE señala que no se mantiene una tendencia clara, ya que por un lado se ha reducido la brecha salarial de género y la de grupos desaventajados, pero a la vez se mantiene la inseguridad laboral y la pobreza crece entre las personas en edad de trabajar.
«Dado el pobre desempeño en términos de desempleo y la alta incidencia de contratos cortos, no sorprende que el nivel de seguridad laboral de los trabajadores españoles sea el segundo más bajo de la OCDE, después de Grecia», apunta.
El informe de la OCDE pone el foco en la inquietud que genera la pobreza en España: «La proporción de personas en edad de trabajar que vive con menos del 50% del ingreso medio es de 15,9%, la segunda más alta de la OCDE, sólo levemente inferior a Grecia».
Además, alerta de la brecha de empleo en ciertos grupos desaventajados como madres, jóvenes, extranjeros o personas discapacitadas, también por debajo de la media OCDE. Una media en la que España sólo sale bien parado en cuanto a la brecha de género, con un 34%.
En las conclusiones del informe, la OCDE apunta hacia varias recomendaciones que España debería adoptar, como «resolver la falta de coordinación existente entre las autoridades regionales y nacionales» o reformar las normas de despido aumentando el periodo de preaviso y compensando con una disminución de las indemnizaciones.