Madrid, 27 mar (dpa) – La selección española de fútbol reafirmó hoy su condición de favorita a tres meses del Mundial de Rusia 2018 al aplastar 6-1 en Madrid a una Argentina que deambuló en el Estadio Wanda Metropolitano sin Lionel Messi en el césped.
Isco comandó la exhibición de España con un «hat-trick» (27′, 52′ y 75′), mientras que Diego Costa (12′), Thiago Alcántara (55′) y Iago Aspas (74′) completaron la mayor goleada de la historia entre ambos equipos.
Con Messi en la grada por una lesión, Nicolás Otamendi (39′) marcó el único gol de los entrenados por Jorge Sampaoli, que sufrieron un durísimo golpe cuando quedan menos de 80 días para que arranque el Mundial. Es la peor derrota de Argentina junto al 6-1 con Bolivia en 2010 y una derrota por el mismo resultado ante Checoslovaquia en el Mundial de Suecia 1958.
El partido era amistoso, pero el resultado augura semanas de euforia en España y crueles críticas en Argentina, una selección que se clasificó a Rusia 2018 con muchísimos apuros, gracias a un «hat-trick» de Messi en la última jornada. El viernes derrotó 2-0 a Italia, pero este 6-1 sepultara cualquier buena noticia previa.
Por el contrario, España queda en una situación inmejorable. Tras empatar el viernes 1-1 ante Alemania con buenas sensaciones, hoy le sacó lustre a su estrella de campeona del mundo. Victorias así no se consiguen todos los días.
Tras días jugando al despiste, el astro Messi finalmente no se recuperó a tiempo de sus problemas en los isquiotibiales y en el aductor. La baja del capitán se sumó a las ya conocidas de Sergio Agüero y Ángel Di María, por lo que Sampaoli salió en el ataque con Gonzalo Higuaín y Éver Banega de enganche con Maximiliano Meza y Giovani Lo Celso en las bandas.
Por su parte, el técnico español Julen Lopetegui introdujo dos cambios respecto al equipo que empató en Alemania. Marco Asensio, un torbellino en el ataque, ocupó el lugar de David Silva, y Diego Costa entró por Rodrigo Moreno en la punta.
Desde el primer minuto se vio que Sampaoli quería robarle a España su mejor arma, el balón. Y de hecho Argentina lo consiguió durante buena parte de los primeros 45 minutos ante un equipo de una calidad descomunal, con Thiago, Iniesta, Isco, Koke y Asensio en el centro del campo.
La primera ocasión del encuentro llegó en el minuto 8 tras una posesión eterna de Argentina, que terminó con un pase preciso de Meza a Higuaín. El «Pipita» tan sólo tenía que empujar la pelota para enviarla al fondo de la red, pero el esférico se fue por encima del travesaño.
Cuatro minutos después ocurrió lo contrario en el área de Argentina. Tras un robo al borde del área, Asensio asistió magistralmente a Diego Costa. El balón se le quedó un poco adelantado al del Atlético de Madrid, pero si hay un delantero que pelea todos los balones -los imposibles también-, ése es Diego Costa. Y llegó una décima antes que Sergio Romero y metió el 1-0.
Lo que no pudieron evitar portero y delantero fue un tremendo choque. Romero fue sustituido unos minutos después por Willy Caballero y enfiló los vestuarios con hielo en la rodilla. Costa dejaría su lugar en el descanso.
Argentina no se arrugó con el 1-0 y siguió acumulando llegadas. Meza y Lo Celso fabricaron una de las jugadas del partido en el 25′. No terminó en gol porque apareció Sergio Ramos «in extremis».
Y de un área a la otra, en cosa de pocos segundos llegó el 2-0. Fue similar al primer tanto: Argentina perdió una pelota en su campo, Asensió recibió y volvió a dejar el balón en el punto de penal. Ahí apareció Isco, que batió a placer a Willy Caballero.
Hasta ese momento, Argentina lo había hecho casi todo bien. Lo que ocurrió fue que tenía la pólvora mojada y que España castigó sus dos únicos errores con sendos goles.
Argentina se agarró al partido antes del descanso, en el 39′, con un cabezazo de Nicolás Otamendi en un córner. El arquero español David de Gea pudo hacer más, pero reaccionó tarde.
Tras el descanso, apareció la España más voraz. Con Isco y Asensio al galope, los de Lopetegui liquidaron el duelo en apenas tres minutos. Si normalmente España se distingue por sus posesiones largas, su mimo a la pelota y sus llegadas al área mascando jugadas con calma, esta vez sentenció el partido con balones a la espalda de la defensa Argentina. Sampaoli puso la línea en el medio del campo y España no lo perdonó.
Si Argentina se recuperó bien de los dos goles en la primera mitad, en la segunda se desmoronó. Aparecieron los peores fantasmas para una selección que luce dos títulos mundiales.
A pesar de la goleada, Sampaoli mantuvo la defensa lejísimos de us portería. Y la consecuencia fueron dos goles más: Aspas colocó el 5-1 tras un pase del portero David de Gea e Isco puso el 6-1 en el marcador para dar forma a una goleada histórica.
España pudo marcar más goles, pero el partido acabó con un set para los de Lopetegui y varias imágenes de tensión en los minutos finales por varias faltas a destiempo de una Argentina desesperada con Messi en la grada.
Por Ignacio Encabo (dpa)
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