(dpa) – Abrir la aplicación, seleccionar una foto de la galería, añadir un filtro, escribir un pie de foto ingenioso y publícarla. O lanzar una idea rápida con dos hashtags inteligentes en 160 caracteres. Basta con un par de clics para compartir imágenes o pensamientos en Instagram, X (antigua Twitter) y similares.
¿Necesita otros canales, como blogs, además de las redes sociales? Y si es así, ¿por qué? Insa Schniedermeier, que dirige el blog «PrettyPrettyWell.com» y escribe allí sobre salud femenina, lo resume así: «Tener un propio blog simplemente le da a uno una libertad increíble».
Control completo en sus manos
Un blog ofrece un control total sobre el diseño y el contenido, y no se está limitado por las directrices de una plataforma, señala la experta. Escribir un blog también merece la pena porque puede publicar contenidos más extensos y plasmar todos sus intereses e intenciones en una sola página, explica Schniedermeier.
Quien quiera crear su propio blog, primero debe plantearse algunas cuestiones conceptuales y no empezar enseguida con la implementación técnica, aconseja Lina Wöstmann, consultora de política de medios y plataformas en la asociación germana de la industria informática Bitkom.
El tema ocupa un lugar central
Según Wöstmann, las preguntas clave al principio son: ¿sobre qué tema quiero escribir en el blog? ¿A quién va dirigido? ¿Qué blogs similares existen ya? ¿Cuánto tiempo puedo y quiero invertir en mi blog? ¿Con qué frecuencia quiero publicar nuevos posts?
Para Insa Schniedermeier, el tema adecuado es también lo más importante. La mayoría de los nuevos blogs, detalla, fracasan rápidamente. «Una forma de evitarlo es encontrar un tema que tenga un público objetivo pero que también me interese lo suficiente como para querer dedicarle más tiempo».
Llegar al fondo de la idea del blog
Para comprobar el interés general, Schniedermeier aconseja utilizar un buscador para investigar qué contenidos existen ya sobre el tema elegido.
«Y luego hay que sentarse y simplemente intentar escribir unos cuantos titulares para posibles artículos sobre este tema». Si se le ocurren fácilmente diez títulos posibles, es probable que el tema tenga suficiente potencial para un blog.
A la hora de crear el blog, primero tiene que decidir si quiere publicarlo en una plataforma externa, como WordPress, Blogger o Tumblr, o crearlo uno mismo por completo. No hay que subestimar el esfuerzo técnico que supone esta última posibilidad, dice Lina Wöstmann
«La libertad de diseñar un blog de manera propia también implica trabajo», opina.
Los blogs gratuitos son sencillos, pero limitados
En cambio, utilizar proveedores gratuitos externos es más fácil, pero también conlleva algunas restricciones, explica Wöstmann: «Suele haber menos funciones o plantillas, por ejemplo, con las que crear el diseño del blog».
Con los proveedores gratuitos, tampoco se obtiene una dirección de Internet propia (dominio) para el blog, sino un subdominio del proveedor correspondiente, explica.
Esto significa que el nombre del proveedor aparece siempre en la dirección de Internet. Y eso puede restar profesionalidad al blog.
Si decide diseñar su propio blog y alojarlo en un servidor contratado, deberá contar con más trabajo y costes, pero también con mayor libertad en el diseño del blog y la posibilidad de contar con más opciones.
«En este caso, tampoco es necesario hacer toda la programación uno mismo», señala. «Puede utilizar las funciones de los sistemas de gestión de contenidos correspondientes», precisa. Sin embargo, si quiere personalizar plantillas y modelos, normalmente necesita al menos conocimientos básicos de HTML.
Redes sociales y blog van de la mano
¿Y qué decir de la visibilidad de los blogs en Internet? Aquí se pone de manifiesto que los blogs y las redes sociales pueden combinarse muy bien. «Las redes sociales son una forma excelente de llamar la atención sobre sus propios contenidos», destaca Wöstmann.
«Puede adelantar parte de sus propias entradas de blog o sacar contenido específico para las publicaciones en redes sociales», ejemplifica.
Insa Schniedermeier está de acuerdo en que no utilizar las redes sociales para promocionar su propio blog es desperdiciar potencial. «Solo empecé a utilizar Instagram cuando empecé mi blog», reconoce.
Por Elisabeth Winkler (dpa)