Más de 4 millones de habitantes en España poseen algún grado de discapacidad. Sin embargo, menos del 1 % de las viviendas en el país están construidas y diseñadas para satisfacer las necesidades de esta población. ¿Es un lujo crear viviendas más accesibles o suple una necesidad imperante?
Accesibilidad universal: ¿Lujo o necesidad?
Según las cifras anteriores, queda patente que existe un problema importante en términos de vivienda. Millones de personas se enfrentan a la imposibilidad de entrar o salir con facilidad de sus viviendas, y esta es solo una de las dificultades que enfrentan los discapacitados en sus casas. Una vivienda accesible puede ser la solución, y te mostramos por qué no es un lujo.
Dentro de los derechos humanos, gozar de una vivienda que sea digna y provea bienestar es prioridad. Quienes sufren de una discapacidad se enfrentan a miles de barreras que les impiden disfrutar de una vida plena, pues las viviendas no están acondicionadas para proveerles comodidad y seguridad.
En la mayoría de los casos, el obstáculo principal que impide la inclusión social de los discapacitados en términos de vivienda, alude a razones económicas. No obstante, al entender las ventajas de las viviendas accesibles y la importancia legal de fomentar su creación, ayuda a generar iniciativas en torno al tema.
Al hablar de accesibilidad universal implica que el diseño sea útil no solo para un grupo poblacional específico, sino para todos. De hecho, la arquitectura actual se está mostrando resiliente, con el fin de crear viviendas enfocadas en las verdaderas necesidades de los habitantes y no en lo que se cree.
¿Cómo se pueden crear viviendas más accesibles?
El principal objetivo de la accesibilidad universal es permitir que los habitantes de la vivienda puedan ser autónomos. Sin embargo, la posibilidad de tener una de estas viviendas permite además que vivan en seguridad, comodidad e incluso que les permita a las personas optimizar su tiempo.
Cosas muy básicas pueden permitir mayor accesibilidad en una vivienda. Por ejemplo, instalar un timbre en un lugar idóneo, con la altura precisa que permita pueda ser usado por cualquier persona, incluido alguien en silla de ruedas. Detalles como este pueden modificarse para generar mayor autonomía en quienes sufren alguna discapacidad motora.
Las personas que usan sillas de ruedas necesitan espacio para maniobrar, por cuanto se recomienda que las entradas de las viviendas sean amplias. La creación de medios para facilitar el acceso a la casa también es fundamental. Por ejemplo, rampas para acceder a plantas altas o un ascensor.
El diseño de interiores también es un punto al que prestar atención. La ubicación y forma de los muebles que decoran las estancias puede facilitar o dificultar la vida de una persona con discapacidad. Por eso, la inclusión no se limita a la arquitectura de la vivienda, sino que abarca su decoración y funcionalidad.
En el Decreto Real 51/2003 se impuso la ley contra el prejuicio en España. Por tanto, la accesibilidad universal es un tema que además de necesidad, supone una obligatoriedad. No solo viviendas de uso particular deben atender a esta necesidad, sino también lugares públicos que reciban a las personas.