
(dpa) – El Tour de France debería comenzar en Niza el 29 de agosto, al menos según el plan actual del ciclismo internacional.
Por el momento, la posible ausencia de espectadores al costado de las rutas debido a las restricciones que rigen en el país por la pandemia del coronavirus es una preocupación secundaria para los equipos. El objetivo principal de los participantes es disputar la ronda francesa para evitar un posible colapso económico en el ciclismo.
Los efectos de la crisis causada por el coronavirus son muy severos y ya varios de los 19 equipos del WorldTour tuvieron que recortar los salarios.
«Sabemos que tres, cuatro o incluso cinco equipos tienen más dificultades financieras que otros», dijo David Lappartient, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI). «Esperamos que todos los equipos puedan terminar la temporada», añadió.
Entre los equipos profesionales más comprometidos se encuentra el CCC del campeón olímpico belga Greg van Avermaet, cuyo patrocinador, un fabricante polaco de calzado, está considerando retirar su apoyo.
Con algunas excepciones, casi todos los asistentes fueron licenciados, mientras que los salarios de los corredores sufrieron importantes recortes, que según reportes llegan hasta un 80 por ciento.
El jefe del equipo, Jim Ochowicz, espera poder reincorporar a todos los miembros del CCC cuando se reinicie la temporada el 1 de agosto.
Otros equipos de competición, como Mitchelton-Scott, Bahrein-McLaren, Astana y Lotto-Soudal, también sufrieron importantes recortes salariales. Por su parte, el equipo femenino Bigla-Katusha está al borde de la bancarrota porque ambos patrocinadores ya no pagan.
Los dos equipos alemanes Bora-hansgrohe y Sunweb no se han visto afectados hasta ahora. Esto es particularmente sorprendente en el segundo caso, ya que el patrocinador depende de la industria del turismo, uno de los sectores más fuertemente golpeados por la crisis.
«Afortunadamente nuestro principal patrocinador Sunweb es una empresa financieramente sana, que lleva adelante una gestión muy inteligente y estratégicamente competente», dijo a dpa el jefe del equipo, Iwan Spekenbrink. También el manager del Bora-hansgrohe, Ralph Denk, se muestra aliviado por el apoyo que sigue recibiendo su formación.
Sin embargo, tanto Spekenbrink como Denk son conscientes de que el ciclismo sufrirá cambios importantes, sobre todo porque su modelo de financiación está bajo presión. Todo depende de la capacidad de encontrar patrocinadores, quienes estuvieron ausentes después de varios años por los escándalos de doping que sacudieron al ciclismo, regresando lentamente al deporte de alta competición.
Las primas de participación y los premios no son destacables, y la victoria en el Tour de France sólo ingresa 500.000 euros (541.000 dólares), una suma que apenas cubre los costos. Además, no hay ingresos por espectadores.
Por eso, no es de extrañar que Denk no tenga problemas en que los corredores se desplacen a lo largo de Francia por rutas solitarias.
«No recibo nada de los espectadores que están junto a las rutas, porque no pagan nada. Prefiero hacer un tour con poco estilo que ninguno», dijo el empresario bávaro.
«Si no hacemos el Tour de France, la economía se estancará como ahora o incluso mucho más y entonces el monto de los patrocinadores también será menor», recalcó.
Al final, serán los deportistas los que más sufran. Si realmente hubiera cierres de equipos esta temporada, solo quedaría un pequeño paquete de rescate. Este proviene de los tres meses de salario que deben depositar los equipos como garantía para los empleados cuando se les otorga la licencia.
Pero la UCI no quiere recurrir a eso todavía. «Queremos encontrar soluciones dentro de los equipos antes de activar las garantías», explica Lappartient.
La Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA) está dispuesta a hacer compromisos, pero descarta recortes salariales.
«Las reglas deben ser respetadas y no aceptaremos recortes salariales generales», declaró el presidente de la CPA, Gianni Bugno.
No obstante, el ex corredor acotó que no tiene objeciones de que los tres grandes tours se lleven a cabo en un frenético período de tres meses, hasta fines de 2020. «Lo más importante es que las ruedas vuelvan a girar», sostuvo.
Por Stefan Tabeling (dpa)