Hamburgo, 7 feb (dpa) – Hamburgo cuenta con una atracción turística más: el carguero «CSCL Indian Ocean» de 400 metros de eslora encalló el pasado miércoles en el río Elba poco antes de alcanzar el puerto de la ciudad hanseática.
Durante el fin de semana, cientos de curiosos se acercaron a las orillas del río para observar los intentos de liberar el buque, uno de los portacontenedores más grandes del mundo, cargado con 10.000 contenedores.
Siete remolcadores, con una potencia total de 37.000 caballos de fuerza y 465 toneladas de tracción, los más potentes del puerto de Hamburgo, no lograron liberar el gigante de los mares.
El sábado se extrajeron entre 2.000 y 3.000 toneladas de combustible y el agua de lastre para alivianar el barco e intentar así remolcarlo, según informó un portavoz del grupo encargado de solucionar la avería. El peso total del buque se estima en unas 200.000 toneladas.
Asímismo informaron que se enviarían unas dragas a fin de excavar a los costados del carguero a fin de que resulte más fácil de mover en el próximo intento de remolque. Éste estaría planificado para el martes, ya que debido a la luna nueva la marea alta tendría de unos 30 a 40 centímetros más, lo que facilitaría la tarea.
La corriente del río provoca que el buque se incruste cada vez más en las arenas del cauce. De manera que si los próximos intentos no resultasen, deberían descargarse al menos unos 1.000 contenedores, algo que nunca ha sucedido hasta hoy en el Elba.
Nunca antes se había varado un barco de estas dimensiones. Los contenedores se encuentran a una altura de 50 a 60 metros, se haría necesaria una grúa flotante con un brazo de al menos 70 metros que debería ser traída de Rotterdam.
«Es un desafío muy especial», explicó un experto de la compañía encargada del rescate. La solución más viable sería traer una plataforma autoelevadora como la que se utiliza en los parques eólicos offshore, comentó.
En todos los casos, la solución llevará tiempo. Cada día de demora supone altos costos, tanto para la compañía naviera como para los clientes que esperan los contenedores. Los montos de las pérdidas no se han estimado concretamente aún, pero rondarían ya varios millones de euros.