Por desgracia, todos los años, jóvenes del mundo entero se quedan en estado, antes de que su cuerpo esté preparado para dar a luz y ellas puedan asumir la responsabilidad de ser madres. Una situación desafortunada que se ha venido a conocer como embarazo precoz o embarazo adolescente.
Antes de entrar a conocer más sobre este tema, cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud considera la adolescencia un período de transición desde la niñez a la edad adulta, que se desarrolla entre los 10 y los 20 años.
Los datos hablan por sí solos
Dicho lo anterior, las características del embarazo precoz en la adolescencia están marcadas especialmente por el hecho de que se trata de una experiencia que no se corresponde con la madurez emocional.
Esta idea es corroborada por los datos. Los bebés que nacen de madres adolescentes tienen más probabilidades de nacer muertos, prematuros o con bajo peso y corren mayor riesgo de morir en la infancia, debido a la corta edad de la madre. Este riesgo se agrava por la falta de acceso a la información y los servicios de salud sexual y reproductiva integrales.
Por otro lado, el 10% de los nacimientos que tienen lugar en el mundo entero, son de madres cuyas edades se encuentran dentro de ese rango y la mayoría de estos son embarazos no planificados y no deseados y pueden ser el resultado de violencia física, simbólica, psicológica y económica.
¿Por qué se produce el embarazo precoz?
Estos embarazos se suelen producir por la falta de acceso a una educación sexual y reproductiva adecuada y completa. La evidencia empírica indica que entre los factores asociados a la maternidad precoz se encuentran las características del hogar de la adolescente: el ingreso económico de sus progenitores, sus niveles de educación y la condición de pobreza del hogar. Pero también se ha encontrado que el conjunto de representaciones culturales en torno al género, a la maternidad, al sexo, la adolescencia, la sexualidad y las relaciones de pareja también influyen en la incidencia del embarazo adolescente.
Además, frecuentemente estas adolescentes no reciben los cuidados prenatales adecuados a tiempo, lo cual origina problemas posteriores y la joven edad de la madre aumenta el riesgo de aborto espontáneo, obstrucción del parto, hemorragia posparto, hipertensión relacionada con el embarazo y afecciones debilitantes durante toda la vida.
¿Qué otras consecuencias tiene el embarazo adolescente?
Si de por sí el embrazo adolescente ya representa un reto social importante y un mayor riesgo de complicaciones durante la gestación, tener hijos muy jóvenes también significa que las mujeres y las niñas son más vulnerables a otros resultados negativos para la salud materna por los partos frecuentes, los embarazos no planeados y los abortos inseguros.
Ante un panorama como este, es especialmente necesario trabajar la educación sexual adolescente, de forma que las características generales del embarazo precoz vayan mitigando.
El acceso universal a una educación segura y de calidad es la herramienta más importante en la lucha contra el embarazo adolescente y todos los problemas que afectan a millones de niñas y jóvenes alrededor del mundo, por eso es necesario trabajar para garantizar que estas chicas reciban la formación necesaria para cumplir con sus aspiraciones y contribuir al desarrollo de su comunidad.