El Sporting tiene marcada como nueva línea de actuación de ejecución inmediata, dar caza al Girona. Eso le permitiría no depender más que de sí mismo en el resto de jornadas por disputar –si es que se juega la Liga, pendiente aún la propuesta de huelga de AFE de resolución judicial, hasta mañana – contando la ventaja añadida de que la mitad, serán en El Molinón.
El primero este sábado frente al Rácing, contando la ocasión de superar, caso de victoria los dos puntos que le distancian el Girona. Aunque pase lo que pase será circunstancial, porque los catalanes reciben en la matinal del domingo al Zaragoza, asumiendo la presión o no de lo que hayan podido hacer los Guajes de Abelardo, ante sus vecinos cántabros, que se juegan lo suyo y mucho en su visita a Gijón.
En lo que se refiere a la actividad rojiblanca, sigue el Sporting preparando el choque, aislado de lo demás. El Pitu no ha podido contar en el entrenamiento hoy en Mareo con Carlos Castro, convaleciente de un proceso gripal, ni con Meré que cumple segunda jornada con lo Selección Sub 19. Despejada la duda con Juan Muñiz completan además del gijonés la lista de bajas para el sábado Iván Hernández y Álex Barrera, por lesión, además de Sergio Álvarez por sanción.
Se mantiene la duda con Alberto Lora, que se perdió el partido de Lugo por una contusión, aunque las sensaciones de los servicios médicos invitan al optimismo.
El equipo rojiblanco tiene mañana el habitual partidillo semanal, que puede dar pistas sobre las intenciones del míster para el sábado. Hay obligatoriedad de cambio en la medular, de pareja para Nacho Cases, que bien podría ser Rachid aunque hay alternativas, y también en el lateral diestro si Lora no tuviera el alta, aunque poco probable parece. La continuidad de la trayectoria de los rojiblancos sigue siendo el principal objetivo, y la afición vuelve a desempeñar un papel fundamental en el tramo final de la competición.
El ambiente que prepara El Molinón – por muchos motivos, como el vínculo eterno entre ambos clubes de Manolo Preciado – vuelve a ser el de las grandes ocasiones, manteniendo la comunión equipo – afición como extra añadido ante cualquiera de los rivales. El sueño del ascenso que se han ‘currado’ los futbolistas y técnicos del Sporting, sigue estando al alcance, y el sábado – si se juega- cuenta algo más que los puntos. Nada definitivo con cuatro jornadas después en juego, pero sí que puede ser determinante.