Colonia (Alemania), 1 jul (dpa) – La gran caja que transporta el sarcófago del faraón egipcio Ramsés II fue abierta hoy en la ciudad alemana de Colonia bajo estrictas medidas de seguridad para su posterior exhibición al público.
La caja, precintada con la leyenda «Frágil», fue cuidadosamente abierta esta mañana.
El ataúd es la pieza central de una exposición que comienza el 13 de julio en el museo Odysseum de Colonia. Se llama «Ramsés y el oro de los faraones» y es la primera vez que llega a Alemania.
La muestra ya causó sensación en París y otros lugares. Está compuesta por más de 180 objetos y tesoros egipcios, entre sarcófagos, animales momificados, joyas, máscaras reales y amuletos.
El mayor atractivo es sin embargo el sarcófago de Ramsés II, también conocido como Ramsés el Grande. Pero solo puede verse en algunas paradas de la exposición, entre ellas en Colonia.
Ramsés II es considerado uno de los más grandes faraones, que murió a la avanzada edad de más de 90 años el 1213 antes de Cristo. Con un mandato de 66 años, fue uno de los líderes que más tiempo reinó en el mundo. También se dice que tuvo más de 100 hijos.
«Hoy diríamos que fue un gobernante imperialista. Esa sería una perspectiva crítica», explicó Richard Bussmann, catedrático de Egiptología, en la presentación del sarcófago. «También se podría glorificar y decir que expandió el poder de Egipto», destacó.
El ataúd representa una fuente histórica muy interesante, ya que en él pueden verse una serie de inscripciones, «notas de archivo», como las llamó Bussmann. En ellas se indica en qué tumbas se colocó a Ramsés II tras su muerte para protegerlo del robo de tumbas.
El sarcófago que ahora se presenta -descubierto en 1881 junto con la momia en una tumba arqueológica de la orilla occidental del Nilo- era una especie de «ataúd de emergencia» en el que Ramsés II fue enterrado de nuevo con el paso del tiempo. La momia se encuentra actualmente en El Cairo.
El museo informó que lleva años trabajando para traer esta exposición a Colonia y que hasta hace cuatro meses, no estaba claro si el ataúd también podría venir con la exposición.
«Se trata de una decisión tomada por las autoridades egipcias», declaró el organizador de la muestra en Colonia, Andreas Waschk.
Según precisó, el edificio fue inspeccionado por una «delegación especial» y, entre otras medidas, se resolvió desconectar el sistema antiincendios por aspersión.
Waschk informó que el importe del seguro asciende a más de 1.000 millones de euros (más de 1.070 millones de dólares). «Cada una de estas exposiciones es un tesoro irrecuperable», subrayó.