La Consejería de Sanidad recomienda a la ciudadanía, ante las altas temperaturas que registra Asturias, una serie de precauciones, entre las que destacan beber mucha agua, ingerir comidas ligeras y no realizar actividad física intensa al sol.
El esfuerzo del organismo para adaptarse al calor es mayor en el inicio de un periodo de altas temperaturas, cuando el cuerpo aún no se ha acostumbrado o cuando hay mucha humedad y no hay viento.
Los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas como las siguientes
- Permanecer en lugares frescos, a la sombra y, si es posible, climatizados. También se aconseja tomar duchas o baño frescos.
- Bajar las persianas evitando que el sol entre directamente en el domicilio. Es aconsejable no abrir las ventanas cuando la temperatura exterior es más alta. Evitar el uso de máquinas y aparatos que puedan producir calor. A partir de los 35º C en el interior de la vivienda, un ventilador sólo mueve el aire, no lo enfría.
- Realizar comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
- Evitar las actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo si son intensas, como la práctica deportiva.
- Si es preciso permanecer en el exterior, hay que procurar estar a la sombra, usar ropa ligera y de color claro, protegerse del sol con un sombrero y utilizar un calzado fresco, cómodo y que traspire.
Las personas que realizan trabajos intensos en el exterior o actividades deportivas deben reducir su actividad en las horas de máximo calor, protegerse del sol y beber abundantemente líquidos que repongan las sales perdidas por el sudor (agua, zumos, frutas, gazpacho, bebidas deportivas o rehidratantes).
Grupos con más riesgo
El calor no afecta a todas las personas por igual, algunas tienen más riesgo y a menudo las personas mayores, los enfermos y los niños tienen más problemas.
Las altas temperaturas afectan sobre todo cuando se trata de personas mayores, especialmente si viven solas o son dependientes, están enfermas, tienen las facultades mentales disminuidas o mucho peso, o son niños menores de cuatro años.
Para ayudarlas, es conveniente tomar una serie de precauciones:
- Las personas mayores que viven solas, con facultades mentales disminuidas o incapaces de adoptar medidas protectoras sin ayuda deben ser visitadas o controladas al menos una vez al día (mejor dos) por un miembro de la familia, amigo, vecino o por los servicios sanitarios o de cuidados a domicilio.
- En niños de 0 a 4 años, es preciso asegurarse de que beben mucho líquido, vestirlos con ropa clara y ligera y no dejarlos nunca solos en automóviles al sol o con las ventanas cerradas.
- Las quemaduras solares se producen por el sol directo sobre la piel, aunque el día no sea muy caluroso. Deben evitarse estando menos tiempo al sol y usando cremas de protección.
¿Qué problemas puede producir el calor y cómo debemos actuar?
El calor puede producir desde irritaciones en la piel y calambres hasta un aumento de temperatura que puede derivar en un fallecimiento si no se recibe atención médica urgente.
El organismo está compuesto de un 60% de agua. La pérdida de agua y sales minerales por el sudor, si no se repone, produce síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular o calambres, nauseas y vómitos e incluso pequeñas elevaciones de la temperatura corporal.
Reconocer los problemas de salud que produce el calor es importante para tomar medidas. Estos son algunos de ellos:
- Calambres. Si uno nota calambres musculares en piernas, abdomen o brazos y, sobre todo si se suda mucho durante una actividad física intensa se debe parar toda actividad y descansar en un sitio fresco, evitar la actividad durante varias horas, beber zumos ligeros y bebidas deportivas diluidas en agua y consultar a su médico si los calambres duran más de una hora.
- Agotamiento por calor. Suele ocurrir después de varios días de calor: la sudoración excesiva reduce los fluidos corporales y la restauración de las sales. Los principales síntomas son debilidad, fatiga, mareos, náuseas, desmayo. Lo más conveniente en estos casos es descansar en un lugar fresco, beber zumos o bebidas deportivas diluidas en agua y consultar a su médico si los síntomas empeoran o duran más de una hora.
- Golpe de calor. Es un problema grave, ya que el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura, que se va incrementando rápidamente y puede alcanzar los 40,5º C. Los síntomas principales son calor, sequedad y piel roja, pulso rápido, dolor intenso de cabeza, confusión y pérdida de conciencia. En estos casos, lo aconsejable es llamar al teléfono de emergencias (112). Mientras se espera hay que enfriar el cuerpo, estar en una habitación oscura, poner paños de agua fría sobre el cuerpo o darse un baño o ducha fría.
La Dirección General de Salud Pública activó el pasado 1 de junio el plan de prevención de los efectos sanitarios de las altas temperaturas, en coordinación con el Ministerio de Sanidad. Durante la temporada estival, Salud Pública pone a disposición de la ciudadanía el folleto Cuida tu salud. Protégete del calor con recomendaciones ante las altas temperaturas, dirigido especialmente a los centros sanitarios y sociales, residencias públicas y asociaciones de tercera edad que pueden solicitar algún ejemplar en papel si lo consideran necesario.