El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha cifrado en 45,8 millones el coste de la primera fase del proyecto de reforma y ampliación del Hospital Universitario de Cabueñes, que será cofinanciado por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). “Ya estamos trabajando en la elaboración de los pliegos técnicos y administrativos que servirán de base para la licitación de la obra; una labor compleja”, ha explicado del Busto.
El responsable de Sanidad ha realizado estas declaraciones en la visita que ha realizado al centro, en el día en que conmemora su cincuenta aniversario, y durante la que ha compartido con la gerencia del área sanitaria el almuerzo especial que se ha servido en el restaurante del hospital. Con motivo de esta efeméride, la cocinera y estrella Michelin Esther Manzano ha elaborado un menú para las personas ingresadas, visitantes y profesionales.
La primera fase del proyecto incluye la parte más importante de la obra: la construcción de un edificio anexo al actual en la zona este, que sumará 52.000 metros cuadros, además de la urbanización del entorno. El nuevo inmueble, que ampliará el espacio de atención en 37.546 metros cuadrados, tendrá seis alturas, aunque contará con ocho plantas, seis asistenciales y dos técnicas. Estas últimas, de menor altura que el resto, albergarán los servicios de climatización, redes de comunicación y otras instalaciones.
Este equipamiento supondrá un salto cualitativo en confortabilidad y accesibilidad tanto para usuarios como para profesionales, y permitirá redimensionar las áreas de urgencias, quirúrgica, consultas externas, unidades de cuidados críticos y otros servicios con relación obligatoria de proximidad como diagnóstico por imagen y gabinetes de exploración.
Servicio de urgencias
El servicio de urgencias es uno de los que experimentará una mayor transformación, al triplicar su espacio actual. Se ubicará en la planta baja, contará con un circuito específico, diferenciado del resto de las circulaciones del hospital, y dispondrá de tres entradas: una para pediatría, otra para adultos y una más para ambulancias y emergencias. Dispondrá de 40 boxes, 17 sillones, zona de observación para 30 pacientes, dos consultas de especialidades, tres de traumatología y dos salas para exploración ginecológica. Las urgencias generales estarán separadas de las de pediatría, donde habrá una sala de triaje, tres consultas, un box para pacientes críticos y cuatro de observación, así como sala de aislamiento y otra de nebulizaciones.
En la tercera planta se ubicarán las instalaciones dedicadas a actividad quirúrgica, que también mejoran significativamente al evitar la dispersión de quirófanos y el déficit de puestos de reanimación postanestésica (Urpa), una de las carencias del hospital para poder incrementar el número de intervenciones. Se amplían de 16 a 20 los quirófanos y se acondicionarán 16 Urpas. También habrá diez boxes de la unidad de cuidados críticos postquirúrgicos, que mejora sensiblemente, ya que tendrá más puestos y luz directa del exterior.
La quinta planta acogerá el hospital de día oncohematológico, con 34 puestos y cuatro boxes independientes, y las consultas de atención y zonas de espera específicas, un espacio singular cuyo diseño prima la privacidad. La unidad de cuidados intensivos e intermedios de continuidad, en la sexta planta, contará con más puestos, luz directa del exterior y su diseño será más funcional para mantener la intimidad. Se construirán 18 puestos en box individual y cuatro de aislados.
En la segunda planta irán el área de diálisis y 81 locales de consultas externas, que dispondrán de una amplia zona de espera con grandes cristaleras.
En esta primera fase también se abordará la construcción de un edificio de carácter industrial, que ocupará cerca de 2.000 metros cuadrados y albergará las instalaciones de climatización, acometidas y cuadros eléctricos, grupos electrógenos, etc.