Berlín, 9 jun (dpa) – El posible fin de la venta de coches nuevos con motores de combustión a partir de 2035 en la Unión Europea (UE) desató hoy una polémica en la coalición que gobierna en Alemania, formada por socialdemócratas, verdes y liberales.
El ministro de Transportes, Volker Wissing, y el ministro de Economía, Christian Lindner, ambos liberales, rechazaron la decisión tomada por el Parlamento Europeo, que aún debe ser negociada con los países miembro de la UE.
En cambio, representantes de Los Verdes y del Partido Socialdemócrata Alemán, apoyaron la postura de los eurodiputados, por lo que queda abierto el debate de cómo votará Alemania dentro de la UE.
Ayer miércoles, la mayoría de los diputados del Parlamento Europeo votó en Estrasburgo a favor de que, a partir de 2035, los fabricantes solo comercialicen coches y furgonetas que no emitan gases de efecto invernadero.
El ministro Wissing recalcó que la decisión del Parlamento Europeo sobre el motor de combustión interna «no cuenta» con su aprobación y que dejar de usarlos «supone un duro paso para los ciudadanos». Añadió que muchos trabajos dependen del motor de combustión.
«Queremos garantizar que los vehículos con motores de combustión interna puedan seguir matriculándose después de 2035 si se puede demostrar que solo pueden ser repostados con combustibles ecológicos», argumentó.
Su correligionario Lindner declaró a dpa que la decisión del Parlamento Europeo contradice el espíritu del acuerdo de la coalición que gobierna en Berlín.
«Queríamos explícitamente una opción de futuro para los combustibles líquidos respetuosos con el clima en los nuevos motores de combustión», comentó.
Por lo tanto, señaló, el Gobierno alemán en conjunto debe ahora «esforzarse en los cambios para la apertura tecnológica», ya que, de lo contrario, es inconcebible que Alemania apruebe el reglamento de los eurodiputados.
La postura de los liberales alemanes contrasta con lo que la ministra de Medio Ambiente, la ecologista Steffi Lemke, expuso en Bruselas en marzo.
En nombre del Gobierno alemán, Lemke había apoyado explícitamente los objetivos climáticos de la Comisión Europea, que se endurecieron el año pasado. Según explicó en esa oportunidad, esto significa la eliminación progresiva de los motores de combustión interna en automóviles y furgonetas para 2035.
La líder del grupo parlamentario de Los Verdes en Berlín, Katharina Dröge, comentó hoy: «Cuanto antes hagamos el cambio en Europa y nos liberemos de la dependencia de la costosa energía fósil, mejor estaremos en la competencia mundial».
Agregó que existe una premisa clara en el acuerdo de coalición para apoyar a nivel europeo para que solo se permita la matriculación de vehículos neutros en dióxido de carbono a partir de 2035.
Por su parte, los grandes fabricantes alemanes de automóviles Volkswagen y Mercedes-Benz se mostraron abiertos a la medida. Volkswagen señaló en un comunicado que el Parlamento Europeo presentó un «objetivo ambicioso pero alcanzable».
«El giro hacia la electromovilidad es irreversible. Es la única forma ecológica, tecnológica y económicamente sensata de sustituir los motores de combustión lo antes posible», añadió el Grupo Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa.
Asimismo, Mercedes-Benz celebró el voto de los eurodiputados. «Estamos preparados para ser totalmente eléctricos hasta 2030 allí donde las condiciones del mercado lo permitan», declaró a dpa el jefe de relaciones exteriores del grupo empresarial, Eckart von Klaeden.
Las organizaciones ecologistas acogieron mayoritariamente con satisfacción el voto del Parlamento Europeo. El experto en transporte del grupo ambientalista BUND, Jens Hilgenberg, por ejemplo, comentó que el motor de combustión interna es un modelo que ya no es acorde a los tiempos, y que esto debe quedar claro para todas las partes implicadas.
La Deutsche Umwelthilfe (Ayuda Alemana al Medio Ambiente) criticó que la medida es lo suficientemente amplia y reclamó que se elimine el motor de combustión interna a partir de 2030.