El Periodo Medio de Pago a Proveedores (PMP) bajó en junio por séptimo mes consecutivo de los 30 días y se situó en 21,51 días para el conjunto de las comunidades autónomas, lo que supone una reducción de 2,20 días con respecto al mes anterior.
La variación del PMP se debe fundamentalmente a la disminución de 6,68 días en la ratio de operaciones pagadas, pasando de 20,33 días a 13,65; así como al incremento en 0,23 días en la ratio de operaciones pendientes de pago, variando de 26,37 a 26,60 días.
En relación con el PMP global, la cifra sigue su tendencia a la baja y supone el mejor dato publicado desde el inicio de la serie (septiembre de 2014) y por séptimo mes consecutivo se sitúa por debajo de los 30 días, el plazo máximo legalmente previsto por la normativa de morosidad.
Incumplen el plazo de 30 días, las mismas comunidades que el mes anterior, es decir, Cantabria, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, sin superar ninguna de ellas el plazo de 60 días.
Las comunidades de Illes Balears, Comunidad Valenciana y Murcia continúan encontrándose en la situación prevista en el artículo 20.5 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF), si bien en el caso de que presentaran durante seis meses consecutivos un PMP inferior a 30 días se desactivarían dichas medidas.
Deuda de las comunidades autónomas
La deuda comercial se incrementa en 525,25 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,57% con respecto al mes anterior, situándose en 6.651,47 millones de euros, equivalente al 0,57% del PIB nacional. A pesar del incremento, es un dato inferior a los comunicados en el periodo 2014-2016. En conjunto, desde 2012 hasta mayo de 2017, las 14 CCAA que suscribieron plan de ajuste (en términos homogéneos) han reducido su deuda comercial un 75,77%.
Respecto a la deuda no financiera, se incrementa en 256,64 millones de euros (2,43% con respecto al mes anterior) y se sitúa en 10.812 millones de euros, equivalente al 0,99% del PIB nacional. La principal variación se ha producido en los capítulos de gastos corrientes en bienes y servicios, así como en la disminución de las transferencias de capital. A pesar del incremento de ambas variables, teniendo en cuenta los datos del primer semestre del ejercicio 2017, el volumen de deuda comercial y no financiera ha sido inferior a los comunicados desde el inicio de la publicación de la serie, en el periodo 2014-2016, salvo en agosto de 2016, en el caso de la deuda no financiera.