Estambul, 13 oct (dpa) – El pastor Andrew Brunson llegó hoy a Estados Unidos y se reunió con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, tras haber sido liberado en la víspera por Turquía, en donde se encontraba bajo arresto domiciliario por cargos relacionadas con terrorismo y espionaje.
En un lapso de unas 24 horas, el hombre de 50 años -cuyo caso había tensado las relaciones entre Washington y Ankara- partió de Turquía y, tras una breve parada en Alemania para una revisión médica, arribó finalmente a suelo norteamericano.
«Sos muy, muy especial para todos nosotros», le dijo Trump durante el encuentro en la Casa Blanca, que fue transmitido en vivo por la televisión. El mandatario estadounidense, además, aclaró que, si bien las negociaciones con Turquía habían sido «largas y duras», su país no pagó un rescate.
Brunson, por su parte, le agradeció a Trump, se arrodilló ante él, lo tomó del hombro y oró para que el presidente tenga «sabiduría sobrenatural».
Más temprano, antes del encuentro en la Casa Blanca, Trump negó también a través de Twitter que la liberación del pastor estadounidense haya sido producto de un acuerdo entre Washington y Ankara.
«El pastor Andrew Brunson, liberado por Turquía, estará conmigo en el en el Salón Oval a las 14:30 de esta tarde. Será maravilloso verlo y encontrarme con él. Es un gran cristiano que ha tenido que atravesar semejante experiencia. ¡Quiero agradecerle al presidente @RT_Erdogan por su ayuda!», tuiteó Trump este sábado.
Luego, aclaró que no hubo un acuerdo con Turquía para la liberación y el retorno de Brunson. «No hago tratos por rehenes», remarcó, a la vez que añadió que, de todos modos, Estados Unidos apreciaba la decisión turca y anticipó buenas o «tal vez excelentes» relaciones entre ambos países a partir de ahora.
El pastor fue detenido en octubre de 2016 y puesto bajo arresto en diciembre, acusado de cargos relacionadas con terrorismo y espionaje. Se le atribuían vínculos con el movimiento del clérigo islámico Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, a quien Turquía acusa de orquestar el golpe de Estado fallido de 2016, y con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), también considerado terrorista por Ankara, entre otros.
El viernes, la Justicia turca le otorgó la libertad a Brunson, al contabilizar el tiempo que ya pasó en prisión. Y el pastor partió en seguida hacia Estados Unidos, con una breve parada en Alemania.
El presidente de la organización cristiana conservadora Consejo de Investigación Familiar, Tony Perkins, confirmó el arribo del pastor a través de Twitter.
«Bajo esta administración, ser estadounidense significa algo», escribió Perkins en un elogioso tuit del Gobierno de Trump, con imágenes en las que se ve a Brunson y su esposa descendiendo del vuelo que los llevó a suelo norteamericano.
Por su parte, el presidente turco enfatizó también que la Justicia de su país decidió la liberación de Brunson de manera independiente. «Espero que continúe la cooperación entre Estados Unidos y Turquía, como corresponde a dos países aliados», escribió Erdogan en un tuit, dirigido explícitamente al mandatario estadounidense.
Previamente, el Gobierno turco había negado este sábado que la decisión del tribunal de Esmirna haya estado influenciada por presiones externas.
«Ninguna institución turca, y especialmente nuestro presidente, cedió a la presión, amenazas o declaraciones indignantes», dijo un portavoz del gobernante Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP).
El caso de Brunson tensó especialmente las relaciones entre ambos países. Ante el arresto del pastor, el Gobierno de Trump respondió con sanciones y aranceles comerciales, con el fin de presionar a Turquía y conseguir su liberación.
El jueves, medios estadounidenses habían anunciado que ambos países habían llegado a un acuerdo para la liberación del pastor a cambio de que Washington relajara la presión económica sobre Turquía, sumida en una crisis monetaria como consecuencia de las políticas norteamericanas.