(EP) – El Papa ha expresado su preocupación y dolor ante la situación en Nicaragua tras la detención el pasado viernes del obispo la diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez. La Policía ya mantenía recluidos a Álvarez y a varios de sus colaboradores desde el 4 de agosto, pero finalmente el viernes de madrugada lanzó una operación con el objetivo de «recuperar la normalidad» en Matagalpa.
«Sigo con cercanía con preocupación y dolor la situación que se ha creado en Nicaragua que afecta a personas e instituciones, quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que por medio de un diálogo abierto y sincero se pueden encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacifica», ha señalado el Papa en su primera intervención pública sobre la situación en Nicaragua, en la que no ha hecho referencia directa al episodio de la detención del obispo.
En un llamamiento realizado al final del rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico, Francisco ha pedido que «la intercesión que la Purísima (como se conoce a la Virgen en Nicaragua) inspire en los corazones de todas las partes tal concreta voluntad».
Francisco también ha dedicado unas palabras al pueblo ucraniano que «está sufriendo una inmensa crueldad», en un momento en el que se vuelve a hablar de la posibilidad de que visite el país ya que el embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, ha asegurado que el Papa tiene previsto viajar a Kiev. Si bien Francisco nunca ha negado su intención de visitar la capital de Ucrania, el Vaticano ha indicado que, de momento, esta posibilidad podría producirse antes de visitar Kazajistán el próximo 13 de septiembre.
Por otro lado, en su alocución previa a la oración mariana, el Papa ha reflexionado sobre la salvación y ha explicado qué significa «entrar por la puerta estrecha» que, según ha detallado, no quiere decir que la salvación sea inalcanzable y solo «para unos pocos elegidos o los perfectos» porque esto es contrario a las enseñanzas de Jesús.
Francisco ha indicado que la puerta estrecha remite al tiempo pasado cuando en la ciudad, al caer la noche, la única puerta que había abierta para poder entrar era una puerta estrecha. «Así como para entrar en la ciudad, había que ‘medirse’ con la única puerta estrecha que permanecía abierta, del mismo modo, la vida del cristiano es una vida ‘a medida de Cristo’, fundada y conformada en Él», ha asegurado.
El pontífice también ha dicho que seguir a Jesús implica comprometerse en el servicio y en el amor, como hizo Él. «Entrar por esa puerta implica limitar el espacio del egoísmo, reducir la arrogancia de la autosuficiencia, bajar las alturas de la soberbia y del orgullo, vencer la pereza para correr el riesgo del amor, incluso cuando supone la cruz», ha señalado.