Bad Aibling (Alemania), 11 feb (dpa) – El miércoles de ceniza en Alemania estuvo marcado por el luto. Tras la colisión frontal de dos trenes en Baviera, que el martes segó la vida de diez personas, una pregunta sobrevuela las cabezas de mucha gente: ¿Cómo pudo pasar una catástrofe así a pesar de la técnica moderna? Las causas del accidente siguen siendo un misterio.
Las personas depositan flores ante el ayuntamiento de la sureña localidad de Bad Aibling, 50 kilómetros al sureste de Múnich. Rosas rojas y blancas. Tulipanes. El viento y la lluvia han apagado las velas. «El país está de luto», resumió el primer ministro de Baviera, Horst Seehofer. «Es una tragedia para todo el país», agregó.
Diez muertos y más de 80 heridos en el accidente ocurrido en un tramo de una sola vía en la línea que une las localidades bávaras de Holzkirchen y Rosenheim. La pequeña ciudad se encuentra conmocionada tras la peor tragedia ferroviaria de la región en más de 40 años.
El luto unió este miércoles de ceniza a los partidos políticos, que siguiendo una larga tradición escogen justamente este día para llevar a cabo duras batallas dialécticas en el conocido como miércoles de ceniza político.
Dirigentes de todos los partidos agradecieron a los efectivos de emergencias que acudieron al lugar a ayudar a las víctimas. Su actuación «me enorgullece como primer ministro bávaro», indicó Seehofer, después de una reunión de hora y media con los equipos de bomberos, Cruz Roja, Salvamento acuático, Sociedad de Salvamento Alemán y la Policía, que ataviados con sus chalecos de color naranja y amarillo acudieron al ayuntamiento.
Un total de 700 personas ayudaron el martes en las tareas de rescate. Se han ganado el reconocimiento de toda Alemania, declaró Seehofer al mismo tiempo que reconoció la enorme carga humana y psicológica a la que tuvieron que hacer frente.
Insistentemente sigue rondando la pregunta: ¿Cómo en los tiempos de la técnica moderna puede pasar una desgracia así? La policía criminal de Rosenheim se afana con ayuda de 50 agentes por llegar al fondo de lo sucedido. «Todavía no está claro», contesta el ministro de Interior de Baviera al ser preguntado al respecto.
Hasta ahora no hay indicio alguno de un fallo técnico o de un fallo en el control de las señales por parte de los maquinistas, afirmó el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt.
El equipo de investigadores ya tiene en su poder dos de las tres cajas negras de los trenes y se espera que la tercera aparezca pronto, explicó el ministro.
Sin un análisis de las cajas negras, que al igual que las de los aviones recopilan la información, es complicado esclarecer lo ocurrido.
Los recuerdos del peor accidente de tren desde la posguerra en Baviera acuden de nuevo a la mente de la gente. En 1975 dos expresos chocaron frontalmente cerca de Warngau causando la muerte a 41 personas. Entonces la catástrofe estaba programada. De acuerdo con el horario de verano los dos trenes no tenían más alternativa que colisionar. Nadie se había dado cuenta del error de programación.
Por Sabine Dobel y Paul Winterer