Erfurt (Alemania), 28 sep (dpa) – El Parlamento regional del estado federado alemán de Thüringen eligió hoy como presidente al diputado conservador Thadäus König, gracias al apoyo de todo el arco político salvo la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
El nombramiento se produjo en el segundo intento, después de una turbulenta sesión constituyente el pasado jueves en la que AfD, representada por el presidente de edad, Jürgen Treutler, trató de imponer a su candidata de manera forzada por ser el partido más votado.
La maniobra provocó que los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) solicitaran la intervención de la justicia, que estableció las normas para la sesión de hoy y sobre todo que no solo la AfD tenía derecho a presentar a un candidato a presidente, sino también otros grupos parlamentarios.
De este modo acabó imponiéndose König, de 42 años, por 54 votos, frente a los 32 que obtuvo la candidata ultraderechista Wiebke Muhsal, de 38 años. Porque si bien AfD fue el partido más votado en las elecciones regionales del 1 de septiembre, el resto de agrupaciones se alió para impedir que ocupara el segundo cargo estatal más importante de Thüringen.
König, que prometió gobernar por encima de los intereses partidistas, obtuvo así el apoyo también de la populista Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de La Izquierda y el Partido Socialdemócrata (SPD).
Los expertos calificaron la caótica sesión del jueves en Erfurt de inédita en la historia parlamentaria alemana, y a algunos les recordó situaciones vividas durante la República de Weimar (1918-1933).
De hecho, generó un gran debate en Alemania. En una conferencia de su partido, el candidato a canciller de la CDU, Friedrich Merz, hizo hoy un llamamiento a la cohesión de todas las fuerzas democráticas ante la «prueba más dura de las últimas décadas» para el país.
Los acontecimientos ocurridos en Thüringen fueron «solo un pequeño anticipo» de lo que podría venir en un futuro próximo, por lo que pidió a socialdemócratas, verdes y liberales defender la democracia en la próxima campaña electoral al Bundestag (Parlamento federal), más allá de todas las diferencias políticas entre ellos.
En su primer discurso como presidente del Parlamento de Thüringen, König dijo: «Pueden estar seguros de que defenderé la dignidad y los derechos del Parlamento estatal, promoveré su trabajo, llevaré a cabo las negociaciones de forma justa e imparcial y mantendré el orden en la Cámara de acuerdo con la Constitución y el reglamento».
La frase contrastó con la actuación unos días antes del ultraderechista Treutler, de 73 años, que impidió hablar a los diputados, desautorizó votaciones y pronunció un discurso que muchos parlamentarios tacharon de partidista.
A petición de la CDU, el caso acabó ante el Tribunal Constitucional regional, que fijó límites claros para Treutler.
Aunque el dirigente anunció al comienzo de la reunión del sábado que acataría la resolución, su compañero Stefan Möller calificó de decepcionante la decisión de los jueces constitucionales. «Admito que ahora también tengo considerables dudas sobre la neutralidad política y la imparcialidad de algunos de los jueces», dijo Möller, que es abogado.
El líder del partido y del grupo parlamentario a nivel regional, Björn Höcke, dijo que AfD había sido privada de la presidencia del Parlamento estatal por un «juego de manos» pese a constituir el grupo más numeroso de la Cámara.
Por su parte, el líder de la CDU de Thüringen, Mario Voigt, describió este segundo intento como el «primer día para tiempos mejores».
La AfD de Thüringen está catalogada como de extrema derecha probada y está siendo vigilada por la Oficina Estatal para la Protección de la Constitución (servicio de inteligencia interno).
Asimismo, la candidata presentada por AfD para convertirse en presidenta del órgano legislativo, Wiebke Muhsal, fue condenada a una multa por fraude laboral hace unos años, otro motivo por el cual su postulación fue calificada como una provocación por diputados de otros grupos políticos.