Si bien se trata de una metamorfosis que muchas empresas ya venían hace tiempo implementando, la transformación digital es hoy más necesaria que nunca. Constatando que, desde pequeños comercios hasta entidades bancarias, un 80% de las empresas del mundo se ha digitalizado antes de lo previsto a causa de la pandemia.
Las gestiones de nuestro día a día, hoy en la red
No es un secreto que la digitalización cada vez abarca tramos mayores de nuestras actividades diarias. De hecho, este fenómeno lo hemos podido experimentar en nuestra propia carne atravesando los meses de más incertidumbre económica en la pandemia. Constatando un gran número de empresas que, para sobrevivir o reinventarse, han optado por trasladar su labor al ecosistema de la red. Ya no sólo para, además, evitar aglomeraciones que puedan poner en riesgo nuestra salud, sino que, aún más allá, para dar respuesta a una sociedad cada vez más virtual. Acostumbrada ya a un espacio con oferta para todo tipo de demanda y, sobre todo, una envidiable inmediatez.
Tanto es así que hoy por hoy también podemos disponer de una banca desde casa, como sucede con la entidad argentina Banco Santa Fe, cuyo paso a lo digital ha traído consigo grandes cambios y beneficios para sus clientes. Una alternativa que, mediante una plataforma web que unifica todo procedimiento y solicitud, da cabida a poder realizar operaciones bancarias des del hogar. Y es que el ejemplo de Home Banking del Banco Santa Fe es ya una apuesta de futuro ante la que todo tipo de negocios e incluso instituciones miran Internet con otros ojos. Un espacio cuya brutal envergadura no deja de generar nuevos nichos de mercado y simplificar nuestro día a día.
Una transformación transversal y necesaria
La carrera por la digitalización ya no sólo de los negocios, sino de muchas otras instituciones y actividades de la vida humana, goza de un creciente frenesí que apenas deja espacio para la duda. Del mismo modo que el sector de la restauración se ha visto obligado a reinventarse con servicios de delivery antaño inconcebibles para ciertos establecimientos, las empresas, y en especial las pymes, deben subirse al barco online para no quedar atrás. Aunque, como se ha dicho, esta misma conclusión catártica pasa también por otros universos como el bancario o incluso el escolar y universitario.
Por tanto, no es de extrañar que las entidades bancarias hayan pasado a formar parte de nuestros teléfonos móviles con acuradas apps que, en su mayoría, reúnen todo cuanto podemos llevar a cabo personándonos en una de sus oficinas. A menudo, incluyendo la celebrada opción de rellenar formularios, firmar contratos o solicitar documentos que, si bien presencialmente tardaríamos un siglo en conseguir, hoy se agilizan para suerte de nuestro tiempo y comodidad. De hecho, el Banco Santa Fe incluso incluye la opción de solicitar créditos preaprobados o tramitar préstamos personalizables en su versión online.
Más tiempo libre y mayor interacción social
Por supuesto, siempre existen voces que cuestionan la digitalización extrema de dichas necesidades considerando, a grandes rasgos, que ello mermará nuestras aptitudes sociales humanas. Sin embargo, la digitalización ha permitido que la interacción social y el tiempo libre se amplíen, dado que ya no es necesario desplazarnos a realizar una compra o firmar unos papeles. Basta con cualquier dispositivo con conexión a Internet, que prácticamente todos poseemos o, al menos, tenemos acceso a ellos en cualquier biblioteca o locutorio. Por lo que la posibilidad de reducir actividades que podrían durar horas a pocos minutos resulta más que interesante.
A la par, la empresa digitalizada también disfruta de grandes ventajas. Por una parte, la posibilidad de atender más clientes gracias a un sistema automatizado que, en caso de requerir ayuda, nos conecta rápidamente con un técnico o un asistente para solventar cualquier duda. Y, por otra, descongestionar las aglomeraciones en la oficina limitando las visitas a operaciones o consultas de verdadera importancia o delicadeza. Por no mencionar que su misma automatización admite gestiones en cualquier momento y hora, por lo que ambas partes quedan satisfechas. Bien por el factor de la ubicuidad, o bien por una mayor tranquilidad y sosiego laboral.
La digitalización suma y sigue
La nueva apuesta del Banco Santa Fe es sólo síntoma de una buena salud gestora a nivel mundial. De hecho, según recogía la revista Forbes, el 80% de las empresas del mundo se han digitalizado durante la pandemia adelantándose a un futuro que tarde o temprano acabaría por acontecer. Especialmente, a causa de que, según señalan en el mismo medio un 77% de los directivos, las circunstancias han catalizado un mayor detalle para con los clientes potenciales, empujando a entender sus necesidades y dar respuesta efectiva a sus nuevos hábitos de consumo.
Mientras que algunas empresas, escuelas y entidades bancarias todavía no han dado el paso definitivo por su digitalización, otras son ya un claro espejo de los nuevos horizontes que se abren ante nuestras expectativas. Sin duda, una metamorfosis que augura grandes hitos en la historia humana y una evolución del modo que tenemos de entender y estar en el mundo. A nuestro favor, un cambio que pasa por poder pedir por Internet un artículo de difícil adquisición al otro lado del globo o realizar un pago incluso antes de que abran las oficinas del banco.