(dpa) – Los viajeros suelen recorrer ciudades y países con un pequeño libro bajo el brazo. ¿O eso era antes y ahora para muchos ya con solo un teléfono celular es suficiente?
Michael Müller no se anda con rodeos. «La clásica guía de viajes se está convirtiendo en un modelo fuera de catálogo», dice de cara a un futuro a mediano o largo plazo.
El editor de guías de viaje quiere dejar esta declaración tal cual, aún después de tomarse un tiempo para reflexionar. «Los autores pueden sacarme los ojos, pero es mi opinión», asegura.
Müller considera que obras impresas habrá «incluso dentro de 500 años», pero que debido a sus pequeñas ediciones ya no se podrá siquiera pagar a sus autores. «Si la guía de viajes sobrevive, será en formato digital», prevé Müller. Pero no todos lo ven de forma tan drástica.
Cambio, pero sin sustitución
En el grupo editorial turístico MairDumont, que distribuye marcas reconocidas como Marco Polo, Baedeker o Dumont, no se vislumbra el fin de la guía turística impresa.
«Como en todos los ámbitos de los medios de comunicación y de la vida, nosotros también esperamos que en un futuro haya un modelo mixto de productos impresos y ofertas digitales, con una clara tendencia en dirección a lo digital», explica la directora de marketing Christina Riedel.
«Los medios se utilizan de forma paralela y los usuarios buscan las ventajas que cada tipo de medio les proporciona según sus necesidades», sostiene.
La abundancia de información disponible gratuitamente en Internet causa problemas al mercado de las guías de viajes, pero las ofertas gratuitas no garantizan la fiabilidad, según argumentan los editores.
«Sin revisar con detenimiento, se encuentra información errónea que ya no está actualizada», afirma el editor Müller.
De hecho, mucho de lo que se encuentra publicado en la red no es totalmente objetivo. Por ejemplo, las brillantes páginas sobre ciudades y regiones que mantienen las respectivas agencias de turismo.
A menudo hay muchos consejos útiles e inspiraciones sobre qué ver en cada lugar, solo se suelen omitir los posibles aspectos negativos. ¿Y todo es realmente tan estupendo como se anuncia? Dudoso.
Plataformas como Tripadvisor, en cambio, se basan en las opiniones de muchas personas e intentan garantizar con cierto esfuerzo que éstas sean auténticas. Pero nunca se puede descartar por completo la existencia de reseñas falsas en estos sitios.
El contenido curado, una ventaja
La ventaja de las guías de viaje es que tienen autores que, si bien al final también realizan apreciaciones personales, firman con nombre y apellido y viajaron al lugar para investigar en persona.
Riedel lo expresa así: «Un gran grupo de viajeros sigue priorizando el contenido enfocado y curado de una guía turística investigada por expertos».
El editor destaca que en MairDumont hay una fuerte demanda de guías de viaje impresas desde que el mercado turístico se reactivó tras la pandemia. No se informan sin embargo cifras.
Las editoriales Dorling Kindersley Verlag (DK) y Bergverlag Rother, especializada en títulos sobre actividades al aire libre.
El editor Müller también confirma la tendencia, pero expresa cierta cautela al referirse a su rubro: «Los periódicos comenzaron demasiado tarde a digitalizarse y ahora corren detrás del modelo de negocio».
La guía turística llega al mundo digital vía las apps
Por el momento no hay una tendencia uniforme hacia productos digitales. «Rara vez recibimos solicitudes de guías de viaje digitales», explica Sandra Hilzenthaler, de la división de prensa de Dorling Kindersley. En MairDumont también informaron que la venta de libros electrónicos es «estable, pero más bien baja».
En cambio, Bergverlag Rother logró identificar una cierta demanda digital y se adaptó a ella. La editorial está desde 2013 en el mercado con una app de viajes, que se relanzó en septiembre de 2022 con funciones ampliadas.
Con la compra de un abono anual en la app por 30 euros (33 dólares) se puede acceder a más de 10.000 excursiones probadas, mapas premium y todos los libros de la editorial en su versión digital.
«Solo en los primeros tres meses luego del relanzamiento se concretaron suscripciones de oro pagas en una cantidad que alcanzó los cuatro dígitos», destaca la portavoz de prensa Bettina Löneke.
Riedel, directora de marketing de MairDumont, prefiere hablar de de «versiones digitales de las principales series de guías de viajes».
MairDumont también ofrece apps sobre recorridos turísticos, por ejemplo para la marca Marco Polo. El objetivo, precisó la portavoz, es facilitar el seguimiento de los recorridos de las guías de viaje, con mapas en línea y fuera de línea con itinerarios y waypoints.
La editorial Michal Müller Verlag desarrolló por su parte una aplicación en la que ya se incorporaron más de cien guías de viaje.
En el caso de la guía de viajes en línea, Müller aspira a publicar una edición revisada cada año, lo que podría crear mayores oportunidades de venta. Con los productos impresos, el ritmo suele ser de dos años, lo que conlleva un mayor riesgo de que la información quede obsoleta.
«Un lector reclamó una vez la devolución del dinero que pagó por un libro», recuerda Müller. Sonriendo, el editor explica que el lector había buscado sin éxito una heladería barata que era citada en la guía, pero que entretanto ya no existía más.
¿Los autores de las guías deben publicar su número de teléfono?
El autor de guías de viaje Klaus Bötig, de 74 años, se hizo de un nombre en el rubro con más cien títulos publicados, en su mayoría sobre Grecia.
Bötig le ve aún futuro al libro impreso, pero también está convencido de que los autores de estas guías deberían involucrarse personalmente todavía más y no solo con sus consejos.
«Los autores deben tomar posición sobre política y sociedad», demanda Bötig.
«Las guías turísticas deben ser libros de autor con el nombre del autor en su tapa y su dirección de correo electrónico en el libro. Yo publicaría incluso mi número de teléfono en el libro», sostiene.
El lema es, según indica, vincularse con el lector con personalidad y cercanía. Quien quiera expresar algo, puede escribir un correo o llamar.
Solo el tiempo dirá si todas estas estrategias bastarán a largo plazo para que las guías de viajes -impresas o digitales- sobrevivan.
En cualquier caso, las nuevas generaciones siempre han sido un grupo objetivo difícil, al menos de acuerdo a Müller. «Los jóvenes no compraban antes guías de viajes. Yo mismo estuve mucho tiempo de viaje sin guía», reconoce.
Por Andreas Drouve (dpa)