El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha señalado este miércoles que la puesta en marcha del servicio de hemodiálisis en Mieres «es un magnífico ejemplo del compromiso del Gobierno de Asturias para seguir acercando las prestaciones sanitarias a los ciudadanos, manteniendo siempre unos estándares adecuados de calidad».
Del Busto, que ha efectuado estas declaraciones durante su visita al Hospital Vital Álvarez Buylla, ha destacado que el nuevo servicio que hoy comienza a funcionar en el área sanitaria VII (Caudal) demuestra cómo la colaboración entre áreas sanitarias permite incorporar nuevas prestaciones y propicia un entorno de trabajo más atractivo para los profesionales.
Esta ampliación de la cartera de servicios en la comarca del Caudal permitirá que una treintena de pacientes de la zona reciban tratamiento en su centro de referencia sin necesidad de desplazarse a Oviedo entre tres y cuatro veces a la semana.
La puesta en marcha de la hemodiálisis ha sido posible gracias a los acuerdos de cooperación entre las áreas sanitarias VII y VIII (Nalón) y al pacto complementario que regula la atención a los pacientes con enfermedad renal. En este marco se ha creado el departamento de gestión clínica de Nefrología de las áreas VII y VIII, en virtud del cual cada una cuenta con su propia unidad de hemodiálisis.
Este acuerdo ha supuesto también el aumento de la plantilla en Mieres, a la que se han incorporado dos nuevos facultativos, seis enfermeras y cuatro auxiliares que resultan necesarios para prestar el nuevo servicio en el Hospital Vital Álvarez Buylla.
Este incremento de la cartera de servicios conlleva un gasto anual de 2,2 millones, que incluye tanto el aumento del capítulo de personal como la adquisición de los bienes y suministros necesarios para ofrecer la prestación.
Al margen del servicio de Nefrología, las dos áreas sanitarias colaboran desde hace meses en el campo de la endoscopia digestiva avanzada, bien a través de la formación o el intercambio de conocimientos entre los profesionales, bien mediante el traslado de pacientes a una unidad concreta para llevar a cabo determinados procedimientos.
Las actuaciones se centran en las necesidades y expectativas del paciente, primando su seguridad. El acuerdo prevé que anualmente se realicen en ambos centros unas 86 colonoscopias y cinco pruebas técnicas para eliminar divertículos, lo que supone una media de 1,75 procedimientos a la semana.