Berlín, 26 jul (dpa) – El Gobierno alemán sigue sin desclasificar documentos sobre la última dictadura en Argentina (1976-1983) más de 30 años después de su fin, según se desprende de la respuesta del Ejecutivo alemán a una solicitud parlamentaria del partido de Izquierda.
«Esto demuestra que, a pesar de todas las afirmaciones de (querer) revelar el involucramiento de políticos y diplomáticos de la República Federal Alemana en los crímenes de la dictadura en Argentina, al parecer algunas cosas deben permanecer en secreto», señaló el lunes la vicejefa de la fracción parlamentaria de Izquierda («Die Linke»), Heike Hänsel, a través de su oficina.
Se estima que entre los 30.000 desaparecidos que dejó la última dictadura en Argentina había más de 70 alemanes o personas de origen alemán. Diplomáticos y empresas alemanas han sido acusados de haber estado al tanto de los crímenes y no haber hecho nada o muy poco por detenerlos.
Por lo general, los documentos de las autoridades federales alemanas se vuelven accesibles al público automáticamente después de 30 años. Sin embargo, en esta oportunidad el Gobierno alemán respondió a la solicitud parlamentaria de la Izquierda que «intereses fundamentales de Alemania» no permiten la difusión de algunos de los documentos.
Durante su visita a Argentina a principios de junio de este año, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, había afirmado que su país tiene «un gran respeto» por «el esfuerzo» de Argentina para esclarecer los crímenes de la última dictadura militar.
Steinmeier señaló en ese entonces que el caso de Elisabeth Käsemann «es muy conocido» en su país, en referencia a la socióloga alemana que fue secuestrada y asesinada por los militares argentinos en 1977 tras permanecer prisionera.
«Los documentos en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores son accesibles desde hace muchos años, han recurrido a ellos también investigadores y periodistas. Recientemente fuimos querellantes en el proceso contra los responsables del campo de tortura El Vesubio (donde estuvo Elisabeth Käsemann)», recordó.