Berlín, 19 sep (dpa) – El Gobierno alemán decidió ayer relevar de su cargo al controvertido jefe de los servicios secretos alemanes internos, Hans-Georg Maassen, después de unas polémicas declaraciones sobre las recientes protestas de ultraderechistas en Chemnitz, en el este de Alemania.
Maassen dejará de estar al frente de los servicios nacionales de Inteligencia alemana para ser trasladado al Ministerio de Interior como secretario de Estado, poniendo fin así a una crisis de Gobierno tras sus polémicas declaraciones sobre los incidentes xenófobos ocurridos a finales de agosto después de la muerte de un alemán a manos supuestamente de tres refugiados en Chemnitz.
Maassen puso en duda la autenticidad de un video con escenas que parecen mostrar una cacería de inmigrantes por parte de extremistas de derecha después del crimen, contradiciendo así a la propia canciller Angela Merkel.
La decisión se tomó en una reunión de crisis de casi dos horas de Merkel con sus socios del Gobierno: la líder del partido socialdemócrata SPD, Andrea Nahles, y el presidente de la Unión Cristianosocial (CSU), Horst Seehofer, quien como ministro del Interior es el superior directo de Maassen.
Según pudo saber dpa, en la reunión el SPD dejó claro una vez más a Merkel y Seehofer que los socialdemócratas dejarían la coalición de Gobierno si los conservadores optaban por mantenerlo en el cargo.
Por el momento no se ha anunciado quién va a ser el sucesor de Maassen. En los círculos conservadores se habla de que el nombre del actual Secretario de Estado Hans-Georg Engelke, del Ministerio del Interior, habría salido a principios de semana para ser el nuevo jefe de la Inteligencia alemana.
Desde el Gobierno informaron también que Maassen no será el responsable de supervisar los servicios secretos desde el Ministerio de Interior, aunque Seehofer aprecia «su competencia en cuestiones de seguridad pública». Para Maassen, en el cargo desde 2012, el cambio representa incluso un ascenso a un grado superior con un correspondiente considerable incremento de sueldo. El Ministro de Interior presentará los detalles este miércoles, agregaron.
Durante el fin de semana, Merkel habló por teléfono al respecto con los principales miembros de su coalición. Según informó el lunes el diario alemán «Die Welt», la mandataria alemana informó que Maassen ya no podía seguir al frente de la Inteligencia del país al haber interferido en la política.
Asimismo, apuntó que este cese se llevaría a cabo en cualquier caso, independientemente de cómo lo viera Seehofer, de cuyo ministerio dependen los servicios secretos y quien públicamente mostró su apoyo a Maassen anteriormente.
El SPD reclamó la semana pasada la salida de Maassen como presidente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BfV), como se llaman oficialmente los servicios secretos internos del país, después de que éste declarara que no tenía «ninguna información fiable» de que hubiera habido persecuciones de inmigrantes en Chemnitz.
Al comentar el citado video, Maassen había dicho: «No hay pruebas de que el video que circula en Internet sobre este supuesto incidente sea auténtico. Habría buenas razones para creer que se trata de una desinformación deliberada para posiblemente distraer a la población del asesinato en Chemnitz».
Esta crisis en torno al jefe de los servicios secretos nacionales es la segunda que vive el Ejecutivo de Merkel desde que entrara en funciones el pasado mes de marzo. La primera a finales de junio fue una larga disputa dentro del seno de los conservadores entre Merkel y Seehofer sobre la política de asilo de Alemania que puso en jaque al Gobierno alemán.
Por Almudena de Cabo (dpa)