(dpa) – La Unión Europea debería realizar avances «en las próximas semanas» en el muy necesitado plan de inversiones para impulsar su moribunda economía, dijo hoy en Milán el ministro italiano Pier Carlo Padoan en la segunda y última jornada de ministros del ramo de la eurozona.
La zona euro intenta salir de la crisis pero no ayuda el escaso crecimiento, una inflación en su mínimo histórico de los últimos cinco años y que 18 millones de personas no encuentren un puesto de trabajo.
«La situación económica está empeorando por todas partes», dijo el ministro de Economía, Wolfgang Schäuble, tras las reuniones de hoy.
El presidente electo de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, abogó por trabajar en el paquete de 300.000 millones de euros (390.000 millones de dólares) para fomentar las inversiones aunque él no asumirá las riendas del Ejecutivo comunitario hasta el 1 de noviembre.
«No estamos trabajando en ideas genéricas, sino en medidas concretas que deberían ser estudiadas y esperamos poder decidir en unas pocas semanas», dijo Padoan como anfitrión de la cita, ya que Italia tiene este semestre la presidencia rotativa del bloque.
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, que abandonó la cita antes para asistir en España al funeral del banquero Emilio Botín, señaló: «El volumen de inversiones es menor en Europa que en otras zonas del mundo y esa baja inversión es una de las causas por las cuales no hemos recuperado los niveles de renta anteriores a la crisis».
Sobre el plan de inversiones de Juncker, De Guindos destacó que la propuesta no debería ser un «plan de estímulo de la demanda en un sentido tradicional, digamos al estilo keynesiano», sino una forma de potenciar cuestiones como la unión energética, los transportes y las conexiones de Internet.
Es esencial que el plan anunciado por Juncker esté vinculado a una profundización del mercado interno y las reformas estructurales, destacó.
Por su parte, el titular de Finanzas alemán señaló que podría llevar hasta fines de año que se aprueben las ideas de la Comisión y del Banco Europeo de Inversiones (BEI). «El BEI quiere identificar en diciembre con la Comisión los proyectos en los que puede invertir concretamente».
A principios de semana, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió de la escasez de inversiones en Europa y aseguró que ese era ahora el principal problema económico del bloque. Señaló además que desde 2008 habían menguado un 20 por ciento.
El BCE bajó la semana pasada las tasas de interés y anunció un esquema de compra de bonos para apoyar los créditos bancarios.
Sin embargo, el presidente del Banco Central Alemán, Jens Weidmann, advirtió de los riesgos que conlleva la acción del BCE. Asimismo mostró su preocupación «especialmente por el peligro de que los políticos reduzcan sus esfuerzos para hacer reformas y el peligro de que los inversores asuman riesgos excesivos para conseguir beneficios, lo que pondría en peligro la estabilidad financiera».
Sus palabras llegan justo días después de que Francia anunciara que necesitaría dos años más para lograr sus objetivos de déficit presupuestario.
El ministro de Economía holandés y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo que se podía generar inversión privada «abriendo mercados y haciendo trabajar mejor a los gobiernos».
La inversión pública no fue descartada, especialmente para países como Alemania que no tiene problemas de déficit, pero el comisario de Economía Jyrki Katainen instó a los gobiernos a gastar «sabiamente» en educación, investigación y desarrollo e infraestructura.
En Milán Irlanda solicitó y obtuvo la aprobación de sus socios de la eurozona para adelantar el pago del crédito recibido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), una medida que también podría tomar Portugal.