(dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, ha afrontado un año con numerosas dificultades, pero ahora incluso su árbol de Navidad le ocasiona nuevas complicaciones.
Los funcionarios encargados se vieron sorprendidos el jueves al sufrir una serie de contratiempos cuando intentaban cargar el árbol elegido para ser transportado a la Cancillería en Berlín.
El pino navideño que adorna la sede del gobierno alemán procede de una región diferente del país cada año. Después de una extensa búsqueda, resultó elegido como ganador este año un abeto de un jardín privado en la ciudad de Boppard, en el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania.
Cuando los funcionarios colocaron el árbol en un remolque con una grúa, los listones de madera del remolque estuvieron a punto de quebrarse.
Con 15 metros de altura y 3,5 de ancho y un peso de dos toneladas, el pino gigante resultaba difícil de transportar y los funcionarios tuvieron que usar una segunda grúa para poder girar el árbol.
Al darse cuenta de que el árbol era demasiado grande para que el vehículo pudiera transportarlo a la sede de la Cancillería en la capital germana, el equipo consiguió un segundo remolque más profundo, y se pidió un permiso especial para la carga extra.
Los vecinos se quedaron estupefactos mientras la carretera en Boppard permanecía cerrada. «También hay suficientes árboles adecuados en Berlín», dijo una mujer.
El abeto será decorado el lunes y entregado a la canciller Merkel en una ceremonia el miércoles 23 de noviembre.