Durante 2020, el 89% de los 77.200 matrimonios que se divorciaron en toda España lo hicieron mediante un procedimiento de mutuo acuerdo. Una solución, si bien rápida —con una duración media de menos de cuatro meses—, también madura. Y es que, cuando es momento de encauzar el divorcio, además de dar con abogados centrados en el respeto mutuo, sólo el consenso es capaz de cicatrizar la herida.
Poniendo fin y cura a lo que ya no puede ser
Asumir que un matrimonio ha llegado a su fin no es jamás un trago de buen gusto. Sin embargo, es necesario aceptar el divorcio no como una fractura entre la idealización del pasado y la incertidumbre del futuro, sino como una vía mediante la que zanjar lo que ya no puede ser. Especialmente, si ello se lleva a cabo sin rencores, pensando en la estabilidad de nuestro cónyuge y nuestra familia —sobre todo, si hay hijos de por medio— y apostando por un divorcio de mutuo acuerdo que no prolongue más la carga emocional de dicho suceso. Tratándose en España, además, de un camino cada vez más fácil, rápido y económico en comparación con las opciones contenciosas.
Tanto es así que, de entre todos los despachos cabe hacer mencionar a Abogados Cebrián, contando con el precio de 150 euros por cónyuge en divorcios de mutuo acuerdo en cualquier juzgado de España. Por lo que el precio ya no es una excusa para no divorciarse, sino un aliciente para divorciarse de mutuo acuerdo y resolver de manera sana y amistosa las controversias familiares. Abogados de divorcio que potencian el asesoramiento preventivo y han recibido sendos premios nacionales e internacionales por facilitar a las familias acuerdos de divorcio democratizando y normalizando el acuerdo amistoso. La solución menos hiriente y más civilizada.
¿Por qué es necesario aceptar el divorcio?
En una primera instancia, aceptar el divorcio es lo más recomendable para no hacerse mala sangre cuando llegue el momento, eludiendo la designación de culpables en una relación que, por un motivo u otro, ha llegado claramente ya a su fin. De lo contrario, no sólo nos anclaremos en un recuerdo irrepetible, sino que también contribuiremos a amargar un futuro que podría ser la esperanza de un nuevo punto de partida. Al fin y al cabo, la convivencia siempre acarrea momentos de inflexión. Dado que no debemos olvidar que compartir un camino a menudo conduce a bifurcaciones que no tienen por qué ser culpa de ninguna parte, sino tan sólo una circunstancia más de la existencia.
Asimismo, la normalización del divorcio es necesaria para romper con el pesado lastre generacional de otros tiempos. Si bien antaño el divorcio constituía un acontecimiento que afectaba al estatus social, hoy día no es más que un trámite legal mediante el que poner fin a un matrimonio que, desafortunadamente, no ha podido funcionar. De hecho, 77.200 matrimonios españoles se divorciaron en 2020, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), con más del 30% de casos tras 20 años o más de convivencia. Y, en cuanto al proceso, siendo el 89% de mutuo acuerdo y mostrando así una tendencia centrada en la solución amistosa y la rapidez por no prolongar los desacuerdos.
El divorcio express de mutuo acuerdo: una solución rápida y madura
Como su nombre indica, el divorcio de mutuo acuerdo es aquel en el que tanto una como otra parte del matrimonio deciden por consenso común finalizar su enlace. Es decir, sin existir un cónyuge en contra de la decisión —aunque pueda haberlo estado en un principio, al tratar el tema en pareja— y tras entender que es mejor recurrir al diálogo previo que no a la diatribas y ofensivas de última instancia. Permitiendo así cicatrizar la herida del matrimonio que llegó a su fin y, desde la calma, acordando qué hacer con los bienes y, en su caso, los hijos y demás cuestiones de interés. A todas luces, tratándose de una solución, si bien rápida, sobre todo madura en todos sus aspectos.
Retomando los datos del INE sobre los mismos divorcios en 2020, cabe destacar que, mientras la duración media de los divorcios de mutuo acuerdo fue de 3’9 meses —con un 53% de los procedimientos resuelto en menos de tres meses y el 28% en entre tres y cinco—, la media en los casos contenciosos alcanzó los 12 meses de duración —con un 37% de éstos prolongándose incluso un poco más. Pero lo verdaderamente importante aquí no es en sí la cuestión temporal en sí, sino todo cuanto acarrea. Ya que una mayor duración implica mayor gasto y más tensión entre el matrimonio que se divorcia, bajo posibilidad de acceder a un círculo vicioso de ataques y desacuerdos.
Abogados Cebrián: abogando por el respeto y la igualdad
Sin lugar a dudas, uno de los momentos más difíciles en una separación o divorcio es encontrar al abogado adecuado. En ese sentido, dar con especialistas en Derecho de Familia que entiendan la delicadeza del divorcio y que, por ello, persigan como objetivo una solución amigable, pero también asequible. Como se ha mencionado, Abogados Cebrián destaca en su campo del Divorcio express en Madrid, gestionando desde la capital los procesos de divorcio de mutuo acuerdo en toda España con una calidad y profesionalidad cuya dilatada carrera avala. Sin ir más lejos, ostentando dos premios nacionales en 2020 y 2021, además del premio European Legal Awards 2021.
Pero, dejando de lado estos increíbles reconocimientos, centrándose en una mediación basada en el respeto mutuo, la libertad y la igualdad. Trabajando sobre unas citas de mediación entre ambas partes gratuitas, pero que no por ello deben estar exentas de dichos principios. Incluyendo también consultas y asesoramiento jurídico gratuito para informar debidamente a ambos cónyuges en un momento de gran dificultad no sólo emocional, sino también legal. Y, por si fuera poco, pudiendo organizar el divorcio express tanto presencial como online. Un despacho que, sin dudas, conseguirá imponer la reconciliación y el respeto por encima del desconcierto y la tensión.