El catedrático emérito de Economía de la Empresa y director del Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef), Álvaro Cuervo, ha reclamado a las empresas asturianas una mayor unificación para elaborar un proyecto de Asturias conjunto frente los localismos.
Esa ha sido una de las principales reflexiones que el catedrático ha transmitido al público en el desayuno organizado por Asturias Punto de Encuentro en el que ha hablado sobre ‘La empresa en Asturias: reflexiones no pedidas’.
El profesor universitario, natural de Carreño, ha cargado contra la existencia en Asturias de una forma de pensar «casi de aldea», que hace que de cara al exterior se hable de Asturias como un único proyecto, pero de puertas hacia adentro se hable en el ámbito local. En este sentido, ha explicado que le gustaría que «solo hubiese una cámara de comercio en Asturias» o la existencia de un único puerto marítimo «con dos vocales» en Avilés y Gijón.
Este es uno de los aspectos que, a su juicio, hace falta en Asturias, una mayor colaboración entre empresas y municipios para que la empresa asturiana crezca y se expanda hacia el exterior. En este sentido ha abogado también por la apertura al cambio en los modelos de negocio, y ha emplazado a los empresarios asistentes a la conferencia a continuar innovando, al entender que «una empresa que no es innovadora, no es empresa».
Sobre la situación del sector empresarial en la región, Cuervo ha reclamado una menor intervención en el mercado, aludiendo explícitamente a la convocatoria de subvenciones y al riesgo que representan los «buscadores de rentas». «Empresas como Uber o una economía colaborativa no van a tener éxito en Asturias porque no se innova», ha advertido.
Así, ha considerado que la «legitimidad» del empresario «se destroza» si la intervención es fuerte. «Cuando las instituciones regulan tienen que pensar en las consecuencias de esas intervenciones», ha recordado.
Para contribuir a una mejora y renovación del tejido empresarial asturiano, ha desatacado la necesidad de que las empresas desarrollen su innovación y tengan su capital humano en Asturias, algo que ha denominado «efecto sede en Asturias». Para ello ha propuesto la creación de un «grupo reducido» de cústeres y centros tecnológicos que estén conectados con la empresa. «Ya hubo voluntad de llevarlos a cabo, pero cuando se tienen más de diez clústeres es como no tener ninguno», ha apuntado.
El efecto sede, ha explicado, es «favorable» además para los procesos de internacionalización, y es útil también para «reconstruir y ampliar la competitividad» de las empresas asturianas.